Estos espasmos musculares involuntarios, particularmente frecuentes en el músculo del gemelo, interrumpen el descanso y generan molestias que se prolongan durante horas.

Este fenómeno, conocido popularmente como la bola del gemelo, ha llevado a numerosas personas a buscar explicaciones y soluciones para combatir este molesto problema.

La fisioterapeuta Pilar Rueda de la Clínica La Inmaculada explica que cuando se sube la bola, lo primero es estirar el músculo poco a poco.

Al principio el dolor aumenta, pero gradualmente se va relajando.Este proceso gradual de estiramiento ayuda a liberar las fibras musculares tensas y aliviar la contractura.

Del estiramiento, Jorge Ángel, enfermero y experto en salud digital, propone otros métodos para mitigar el dolor.

Utiliza una toalla para ayudar a estirar el músculo, un pequeño masaje o hielo en la zona afectada, recomienda en sus redes sociales.

Las causas subyacentes de estos calambres son diversas, según explica la fisioterapeuta Rueda: Una disminución de sales minerales en el músculo, sobrepeso, sobreesfuerzo, frío y algunos medicamentos pueden contribuir a su aparición.

La deshidratación también juega un papel importante, ya que la falta de agua afecta directamente la función muscular.

Para prevenir estos espasmos nocturnos, se recomienda una vida saludable basada en una buena hidratación, una dieta equilibrada rica en minerales como el magnesio y el potasio, y ejercicios físicos regulares con calentamiento y estiramientos adecuados.

Si los calambres son recurrentes, es importante consultar a un fisioterapeuta, aconseja la especialista, para un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado que pueda incluir técnicas de relajación muscular, masaje, terapia manual o electroterapia.