El próximo lunes será un día diferente para miles de argentinos.En un gesto de reconocimiento a su esfuerzo y labor diaria, los trabajadores del sector comercial disfrutarán de un merecido descanso, conmemorando el Día del Empleado de Comercio.

Esta fecha, originalmente establecida el 26 de septiembre, ha sido trasladada al lunes siguiente por acuerdo entre el gremio Faecys (Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios) y las cámaras empresarias del sector.

Esta práctica de reubicación permite la creación de un fin de semana largo, ofreciendo a los trabajadores una oportunidad para recargar energías y compartir tiempo con sus familias.

Este cambio temporal no afecta la esencia del día: el reconocimiento del rol crucial que desempeñan los empleados del comercio en la economía nacional.

La ley 26.541, sancionada el 10 de diciembre de 2009, establece al Día del Empleado de Comercio como un feriado a todos los efectos legales.

Esta equivalencia con las festividades nacionales tiene implicaciones significativas, principalmente en lo que respecta a la compensación económica.

Los empresarios que requieran la presencia de sus empleados en este día deberán pagarles el doble de su salario habitual, según establece la Ley de Contrato de Trabajo.

La jornada de asueto también implica la prohibición de otorgar francos compensatorios como descanso semanal, según lo estipula Faecys.

El Día del Empleado de Comercio tiene sus raíces en la lucha por los derechos laborales del sector comercial, que culminó con la sanción de la ley N11.729 durante la presidencia de Agustín Pedro Justo en 1934.

Esta legislación, impulsada por la entonces Federación Argentina de Empleados de Comercios, marcó un hito al instaurar derechos fundamentales como la indemnización por despido y las licencias frente a enfermedades y accidentes laborales para los trabajadores mercantiles.

El ámbito de aplicación del Día del Empleado de Comercio abarca a todos aquellos que desempeñan funciones como empleados u obreros en ramas comerciales o civiles con fines de lucro, así como administrativos en explotaciones industriales que comercialicen sus productos.

Esto incluye no solo las tiendas tradicionales, sino también grandes cadenas de supermercados y centros comerciales, quienes se sumarán al descanso colectivo.

A pesar de ser un día festivo para los afiliados a Faecys, el resto de la sociedad continuará con sus actividades habituales.

El transporte público mantendrá su funcionamiento regular, como ocurre en cualquier otro día laborable.

El Día del Empleado de Comercio representa una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de este sector en la economía argentina y para reconocer el trabajo árduo que realizan los empleados comerciales cada día.

Es un espacio para valorar sus derechos laborales, y para promover un ambiente laboral justo y equitativo.