La provincia de Salta se encuentra envuelta en un manto de profunda devoción y entusiasmo a medida que miles de peregrinos se dirigen hacia la Catedral Basílica en una multitudinaria peregrinación al Señor y Virgen del Milagro.
Las rutas salteñas se encuentran colmadas de caminantes, quienes con fe inquebrantable recorren kilómetros para cumplir sus promesas o agradecer por favores recibidos.
Este año, el fervor religioso se ha intensificado aún más, con grupos de peregrinos provenientes de diversos puntos de la provincia y provincias vecinas como Catamarca y Jujuy.
La emoción es palpable en cada paso, expresada a través de cánticos de alabanza, saltos de júbilo y una energía contagiosa que impregna el ambiente.
Es impresionante la energía positiva que transmiten estas personas, expresó un vecino emocionado al observar pasar a uno de los grupos.
La ruta 51, en particular, se ha convertido en un escenario donde la fe se manifiesta con fuerza.Peregrinos provenientes de Olacapato, Mina Patito, Mina Tincalayu y Antofagasta de la Sierra, en Catamarca, confluyen para compartir su camino hacia el santuario.
La jornada no es fácil, pero los peregrinos enfrentan cada kilómetro con determinación y alegría.
Incluso durante los descansos, la música y las oraciones se mantienen presentes, fortaleciendo el espíritu colectivo y manteniendo viva la llama de la fe.
Con aplausos y a viva voz entonan cánticos de alabanza para alentarse como grupo, describió un testigo del recorrido.
La Catedral Basílica se prepara para recibir con los brazos abiertos a miles de peregrinos que llegarán en las próximas semanas.
Las intenciones y pedidos son diversos, pero la salud y el trabajo prevalecen como anhelos más comunes entre los devotos.
La llegada de estos grupos representará un momento de gran fervor religioso y una oportunidad para fortalecer la identidad cultural de Salta.