La reciente designación de Nahuel Sotelo como Secretario de Culto y Civilización ha generado expectativa sobre el rumbo que tomará la relación entre el gobierno del presidente Javier Milei y las diferentes confesiones religiosas en Argentina.

Sotelo, legislador cercano al mandatario y a su equipo, asume un cargo crucial en el Ministerio de Relaciones Exteriores, reemplazando a Francisco Sánchez.

El Presidente le da confianza a las nuevas generaciones para ocupar lugares importantes y eso, para mí, le agrega un extra de responsabilidad y desafío, declaró Sotelo tras agradecer la designación oficializada mediante el Decreto 7682024.

El nuevo funcionario se ha mostrado crítico con iniciativas como la Ley del Aborto Legal y la Ley de Identidad Sexual, aprobadas durante el gobierno anterior.

A pesar de no confirmar una visita papal, Sotelo expresó su deseo de que Francisco pueda pisar suelo argentino en un futuro cercano.

El sueño de muchos y el mío es que Francisco pise suelo argentino en el mediano o largo plazo.Y si en algo puedo ayudar a lograrlo estaré para eso, pondremos todo a disposición, afirmó en declaraciones públicas.

Esta declaración se produce en un contexto donde la relación entre el Vaticano y las autoridades ucranianas ha sido marcada por tensiones.

El Papa Francisco exigió la no abolición de ninguna iglesia cristiana en Ucrania tras la aprobación de una ley que limita los vínculos con el Patriarcado ortodoxo de Moscú.

Las iglesias no se tocan, clamó el pontífice argentino durante el Ángelus dominical.

El nombramiento de Sotelo abre un nuevo capítulo en las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado argentino, generando expectativas sobre la forma en que se abordarán temas como la libertad religiosa y los derechos reproductivos.