El gobierno de Javier Milei ha impulsado una controvertida reforma en los Liceos Militares de Argentina, denominada Liceos Militares 2030, que busca revertir las políticas implementadas durante la gestión kirchnerista.

A través de esta iniciativa, se pretende restaurar elementos considerados esenciales para la formación militar y patriótica de los cadetes, generando un debate intenso sobre el papel de estos institutos en la sociedad argentina.

El Ministro de Defensa, Luis Petri, justifica la reforma al argumentar que las anteriores medidas democratizadoras habían distorsionado la esencia de los liceos militares, atentando contra su formación disciplinaria y militar.

Desde el Ministerio se destaca que el objetivo no es formar soldados, sino ciudadanos comprometidos con los valores tradicionales argentinos como el respeto a la Constitución, la libertad, la responsabilidad y la honestidad.

Buscamos formar ciudadanos con valores que puedan responder a las exigencias planteadas en la Constitución, expresa Claudio Salaberry, director nacional de formación del Ministerio de Defensa.

Para ello, se han reintroducido prácticas de tiro deportivo para alumnos desde el primer año, y se han planteado nuevas especialidades como piloto de drones y ciberseguridad, buscando brindarles habilidades relevantes para el mundo civil.

La reforma ha sido recibida con críticas por parte de exfuncionarios kirchneristas como Agustín Rossi, quien argumenta que los cambios ignoran la importancia del desarrollo integral del alumno.

El ser militar empieza y termina en una pistola, señala Rossi, cuestionando la visión reduccionista de la formación militar propuesta por el gobierno actual.

Rossi critica la baja tasa de incorporación de egresados a las fuerzas armadas, argumentando que los liceos militares funcionan como un sistema de reclutamiento fallido.

En contraste, Salaberry defiende la efectividad de los liceos, enfatizando su rol en la formación de ciudadanos con valores sólidos para la defensa de la nación.

La reforma también ha generado controversia por el regreso a las prácticas de educación religiosa católica, aunque desde el Ministerio se aclaró que no se reintroducirá como materia obligatoria.

El debate sobre los Liceos Militares Argentinos revela una profunda división en la sociedad argentina respecto al rol del militarismo en la educación y la identidad nacional.

Mientras algunos celebran el resurgimiento de valores patrióticos, otros expresan su preocupación por la polarización política y la falta de pluralidad en la formación ciudadana.