La Secretaría de Defensa del Consumidor (Sedicon) inició un sumario administrativo contra la entidad financiera Tarjeta Naranja tras detectar graves irregularidades en su sucursal ubicada en calle Belgrano, Salta.
Según reportes de la Sedicon, largas filas de consumidores, extendiéndose por una cuadra y media fuera del local, evidenciaron demoras superiores a la hora y media para ser atendidos.
Solo uno de los tres módulos disponibles para atención personalizada estaba operativo, agravando la situación.
Los clientes no podían ser redirigidos a la sucursal de calle Alvarado debido a que se encontraba cerrada por refacciones, explicó María Pía Saravia, titular de la Sedicon durante la inspección.
Se constató la ausencia de señalización informativa sobre atención prioritaria, lo cual agravó el descontento de los afectados.
Saravia recordó a los consumidores su derecho a una atención eficiente y digna por parte de las entidades financieras, enfatizando que la ley establece un máximo de 30 minutos de espera, ampliable solo a 60 minutos si el establecimiento cuenta con asientos cómodos, instalaciones sanitarias y un sistema de ordenamiento para la atención.
La situación generó indignación en los usuarios, quienes expresaron su frustración por la falta de respeto hacia su tiempo y comodidad.
Es inaceptable esperar más de una hora y media solo para realizar una simple gestión, expresó un afectado al medio.
Las irregularidades detectadas por la Sedicon motivaron la apertura del sumario administrativo contra Tarjeta Naranja, que podría culminar con sanciones económicas o incluso la suspensión temporal de las operaciones de la entidad en la ciudad.
La Secretaría de Defensa del Consumidor reiteró su compromiso con la defensa de los derechos de los consumidores y les recordó que pueden acceder a información sobre sus derechos y realizar denuncias a través de su plataforma online 24 horas al día, o personalmente en su oficina ubicada en calle España 1350, de lunes a viernes, de 8 a 14 horas.
Este incidente pone de manifiesto la necesidad de que las entidades financieras implementen medidas eficientes para garantizar una atención oportuna y digna a sus clientes, evitando situaciones de inconformidad y generando un clima de confianza.