La melatonina, conocida como la hormona del sueño, juega un papel crucial en el ritmo circadiano, regulando nuestro ciclo de vigilia y descanso.

Producida naturalmente por el cerebro durante la oscuridad, esta hormona se ve afectada por factores ambientales como la exposición a la luz artificial, especialmente durante las horas nocturnas.

El uso creciente de dispositivos electrónicos antes de dormir ha generado un aumento en los casos de insomnio y problemas para conciliar el sueño.

La luz azul emitida por estas pantallas inhibe la producción de melatonina, desincronizando nuestro reloj interno.

La exposición excesiva a la luz azul artificial, especialmente durante las horas nocturnas, puede interferir significativamente con la producción natural de melatonina, explica la Dra.

Ana García, especialista en sueño.Esto puede llevar a una disminución en la calidad del sueño y afectar el bienestar general.

A pesar de ser un regulador natural del ciclo sueño-vigilia, la melatonina también se comercializa como suplemento para tratar diversas afecciones, incluyendo insomnio, jet lag y trastornos del ritmo circadiano.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha aprobado declaraciones nutricionales que respaldan el uso de melatonina para mejorar la calidad del sueño y aliviar los síntomas del jet lag.

Se recomienda un uso responsable y controlado.
La melatonina puede ser una herramienta útil en casos puntuales para mejorar el sueño o sincronizar el ritmo circadiano, afirma el Dr. Juan Pérez, experto en neurociencia.

No obstante, es importante recordar que no es una solución mágica para todos los problemas del sueño, y su uso prolongado debería ser supervisado por un profesional de la salud.

Los posibles efectos secundarios de la melatonina incluyen dolor de cabeza, mareo, náuseas y somnolencia excesiva.

En algunos casos, puede causar insomnio o incluso enuresis en niños.

Es crucial consultar con un médico antes de tomar cualquier suplemento de melatonina, especialmente para personas con condiciones médicas preexistentes o que estén tomando otros medicamentos.

La búsqueda de soluciones naturales para mejorar el sueño es importante, pero la salud debe ser siempre una prioridad.