En General Roca, Río Negro, un recién nacido se convirtió en el centro de un caso judicial luego de que sus padres se negara a vacunarlo con las primeras dosis obligatorias del calendario nacional.

La situación, que ha generado preocupación por la salud pública y los derechos infantiles, culminó con una sentencia emitida por la jueza Ángela Sosa, quien ordenó la vacunación forzosa del bebé bajo amenaza de ejecución compulsiva.

El conflicto se originó a mediados de junio cuando los médicos de la Clínica Roca quisieron aplicar las vacunas contra Hepatitis B y Vitamina K al recién nacido, pero los padres se opusieron.

La clínica contactó a la Defensoría de Menores e Incapaces, quienes dieron inicio a un proceso judicial para garantizar el bienestar del niño.

El niño recién nacido no tiene autonomía para decidir por sí mismo ni capacidad para elegir y realizar acciones basadas en creencias o valores, argumentó la jueza Sosa en su fallo.

El derecho a la vida y a la salud colisiona con el derecho de los padres a tomar decisiones sobre la persona de su hijo bajo sus valores.

La magistrada resaltó que la responsabilidad parental debe ejercerse en consonancia con principios rectores, estableciendo que las decisiones de los padres no pueden poner en riesgo al niño.

Enfatizó que la vacunación no solo protege al individuo sino que también es fundamental para la salud pública.

Los padres alegaron buscar una consulta adicional a un pediatra antes de vacunar al bebé, pero la jueza consideró que dicho argumento carecía de sustento y que la consulta debería haberse realizado antes del nacimiento.

La jueza recordó que la Ley 27491 establece la obligatoriedad de la vacunación para los niños y prevé sanciones para quienes incumplan con esta obligación, incluyendo multas y suspensión de funciones.

Este caso se suma a una tendencia preocupante observada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef: el descenso de las coberturas de vacunación en niños a nivel mundial.

En Argentina, según datos oficiales, la cobertura de vacunas como la Hepatitis B y la BCG ha disminuido significativamente en los últimos años.

La OMS alerta que esta disminución pone en riesgo la eliminación de enfermedades prevenibles por vacunas, generando un aumento del riesgo de brotes y poniendo en peligro la salud pública.