El sector de software argentino ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, con exportaciones que se multiplicaron por 16 entre 2013 y 2023, alcanzando los USD 2.500 millones en el último año.

Este notable avance contrasta con una disminución en la posición del país en el ranking global de exportaciones de software, pasando del puesto número 25 en 2011 al 35 en 2021.

Argentina entró en una nueva fase marcada por una desaceleración en el crecimiento doméstico y un mercado global cada vez más competitivo, explican desde la fundación Fundar.

La concentración de grandes jugadores internacionales y la competencia de países del segmento intermedio, como Argentina, plantean nuevos desafíos para el sector local.

Las condiciones macroeconómicas y las restricciones cambiarias han llevado a que algunas empresas busquen ubicar operaciones en otros países o sean adquiridas por actores globales.

A pesar de ello, el ecosistema argentino se caracteriza por la presencia de empresas de distinto tamaño y productividad.

Si bien destacan los unicorns como Mercado Libre y Globant, con capacidad para competir internacionalmente, el sector se compone principalmente de microempresas y pequeñas compañías que ofrecen servicios a bajo costo.

A diferencia de países como Brasil, donde el software se enfoca en el mercado interno, Argentina ha apostado por la exportación.

La mayoría (73%) de las empresas tiene clientes en el extranjero y muchas poseen presencia en otros países.

Brasil, Estados Unidos y América Latina son los principales destinos de venta.
Para Fundar, Argentina tiene el potencial de convertirse en una marca internacional en software, pero esto requiere de políticas públicas que impulsen el desarrollo de nuevas empresas.

Las propuestas para impulsar la industria:

Revisión del régimen de promoción sectorial: El actual esquema se considera un parche para paliar distorsiones cambiarias y tributarias.

Se propone un rediseño con una perspectiva estratégica orientada a actividades de mayor valor agregado.

Mejor acceso al capital: Se necesitan políticas para facilitar el financiamiento a largo plazo de las empresas emergentes.

Integración con la industria nacional: Se busca generar eslabonamientos productivos con otras cadenas industriales, fomentando colaboraciones que permitan al software argentino adquirir experiencia y clientes locales antes de su expansión internacional.

La falta de mano de obra capacitada es un desafío constante para el sector.Se requiere una inversión en formación y capacitación pública-privada, dirigida a perfiles específicos demandados por el mercado.

El éxito del sector depende no solo de las condiciones macroeconómicas, sino también de la capacidad de generar empresas innovadoras que puedan competir globalmente.