Una semana después del angustiante episodio ocurrido en la escuela Sarmiento, donde varios niños fueron hospitalizados tras presentar síntomas como mareos y desmayos, se confirmó que la causa fue la exposición al monóxido de carbono.

El doctor Francisco García Campos, titular de la Dirección de Epidemiología, reveló este dato crucial tras una reunión con padres y directivos del centro educativo.

Las conclusiones apuntan a una exposición al monóxido de carbono en los niños.Se descartó la posibilidad de intoxicación alimentaria.

La exposición al monóxido se confirma como causa principal, declaró García Campos.El informe final, emitido por el médico tratante del Hospital Materno Infantil y recibido el domingo pasado a las 23:30 horas, sirvió para zanjar las dudas sobre el origen de la situación.

A pesar de que la empresa Gasnor, responsable de la revisión técnica del sistema de gas en la escuela, no encontró pérdidas ni fugas, aún persiste la incógnita sobre la fuente exacta de la exposición al monóxido de carbono.

Gasnor realizó una inspección y no detectaron pérdida de gas.La búsqueda de la fuente sigue siendo un desafío, señaló García Campos.

Para prevenir futuras situaciones similares, el sector salud propuso un plan de acompañamiento para la escuela durante 30 a 40 días, trabajando en conjunto con autoridades del centro educativo para garantizar la seguridad sanitaria de los estudiantes.

El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro, inodoro e insípido conocido como el asesino invisible debido a que no se percibe por los sentidos humanos.

Su peligrosidad reside en su capacidad para unirse a la hemoglobina en la sangre, impidiendo el transporte de oxígeno a las células del cuerpo.

La exposición al monóxido de carbono puede generar síntomas como mareos, dolores de cabeza, náuseas, debilidad, confusión y pérdida de consciencia, pudiendo culminar en coma o muerte si no se trata a tiempo.

La falta de ventilación en espacios cerrados, el uso inadecuado de calefactores y la acumulación de gases provenientes de motores de combustión interna son factores que incrementan el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono.