El Parque San Martín se convirtió este día en un escenario vibrante de risas, juegos y felicidad infantil, donde niños y niñas disfrutaron al máximo la celebración del Día de las Infancias.
La jornada estuvo marcada por una atmósfera alegre e inocente, reflejando la esencia misma de la niñez: la alegría de jugar, cantar y bailar sin preocupaciones.
El espíritu festivo se contagió a todos los presentes, desde los pequeños que corrieron con entusiasmo por el parque hasta los adultos que les acompañaban, compartiendo momentos especiales de conexión familiar.
Lo más lindo es jugar todos los días y que te hagan regalos, declaró Bianca, una niña de Apolinario Saravia, mientras disfrutaba junto a su tía del ambiente festivo.
La celebración no solo se limitó al parque: la ciudad entera vibraba con el entusiasmo infantil.
La iniciativa de ofrecer viajes gratuitos en colectivos SAETA para niños hasta los 12 años y el acceso sin costo al Teleférico San Bernardo buscaba fomentar la participación activa de los más pequeños en las actividades conmemorativas del día.
Es muy inteligente, vuela en matemáticas, comentó Ramona, abuela de Luciano, quien destacó con orgullo las habilidades académicas de su nieto.
Detrás de la alegría infantil se vislumbra un llamado a la conciencia.Las palabras de Ramona, que perdió a su hijo a los 14 años, resonaron con una profunda emoción: Cuiden a sus niños…
Hoy las cosas son iguales que antes y que no los maltraten tampoco.Una invitación a valorar la inocencia y fragilidad de la infancia, a protegerla del dolor y ofrecerles un futuro lleno de oportunidades.
El Día de las Infancias fue una oportunidad para celebrar la alegría, la inocencia y el potencial infinito de la niñez.
Un día para recordar que los niños son el presente y el futuro de nuestra sociedad, y que merecen ser protegidos, cuidados y amados por todos.