El índice de referencia japonés Nikkei 225 experimentó un repunte significativo del más de 10% el martes, recuperándose parcialmente de la fuerte caída sufrida el día anterior que conmocionó a los mercados globales.

Las acciones en Asia se mostraron resilientes, aunque con movimientos menos pronunciados, tras una jornada bursátil turbulenta que comenzó la semana.

El lunes, las bolsas internacionales registraron pérdidas alarmantes que evocaron al desplome del mercado de 1987, con Wall Street como epicentro de la debacle.

El temor a una posible desaceleración económica en Estados Unidos impulsó esta ola de ventas masivas.

El SP 500 perdió un 3%, su peor desempeño en casi dos años, mientras que el Dow Jones retrocedió un 2,6% y el Nasdaq Composite un 3,4%.

Este desplome se enmarca en una liquidación global iniciada la semana anterior, desencadenada por datos económicos estadounidenses preocupantes.

La noticia del viernes sobre un frenazo en las contrataciones empresariales durante el mes pasado, mucho mayor del previsto por los analistas, amplificó las dudas sobre el estado de la economía estadounidense.

La Reserva Federal parece haber elevado demasiado las tasas de interés para controlar la inflación, poniendo en riesgo el crecimiento económico, afirmó un economista de renombre en una entrevista con este diario.

Este escenario generó especulaciones sobre una posible reducción anticipada de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, antes del anuncio previsto para el 18 de septiembre.

A pesar de la incertidumbre, un informe del Institute for Supply Management reveló que el sector servicios estadounidense ha mostrado una mayor resiliencia que lo esperado, impulsado por sectores como el entretenimiento, los alojamientos y la gastronomía.

La volatilidad bursátil se atribuye en parte a factores técnicos, según expertos, quienes señalan que las ventas programáticas amplificaron la caída del lunes.

Mientras tanto, otros mercados asiáticos, con excepción de Singapur, experimentaron alzas moderadas el martes.

El Kospi surcoreano subió un 4,3%, el Hang Seng de Hong Kong ganó un 0,5% y el SPASX 200 australiano avanzó un 0,3%.

Este repunte bursátil, aunque bienvenido por los inversores, refleja la fragilidad del mercado ante las preocupaciones sobre la economía global.