El reciente alto el fuego entre Israel y Hamás abre un rayo de luz a través del oscuro panorama de la Franja de Gaza.
La tregua, que podría marcar el comienzo de una paz duradera en la región, enfrenta importantes retos que amenazan su sostenibilidad.
Expertos analizan con cautela esta frágil situación, reconociendo tanto las oportunidades como los peligros que se esconden detrás del acuerdo.
Es un paso positivo hacia adelante, afirma José Vericat, investigador principal del Real Instituto Elcano para Oriente Medio.
Las seis semanas de tranquilidad permitirán la entrada de ayuda humanitaria vital para una población devastada por la guerra.
Vericat destaca el giro estratégico en la postura israelí: Por primera vez se aceptan aspectos clave como la liberación de rehenes, la retirada parcial de tropas y la entrada de ayuda humanitaria.
El acuerdo, dividido en tres fases de 42 días, contempla inicialmente la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de 1.200 presos palestinos y una retirada parcial de las fuerzas israelíes.
El verdadero desafío reside en la segunda fase: la retirada total del ejército israelí.
Sonia Sánchez, experta en Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, advierte sobre la complejidad de esta etapa: Es aquí donde se encuentra el principal escollo, ya que implica una cesación completa del control militar por parte de Israel.
Sánchez señala que sectores cercanos al gobierno de Netanyahu se oponen a este punto del acuerdo, poniendo en riesgo la continuidad de la tregua.
José Miguel Calvillo, doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, coincide en la dificultad de la retirada: Israel no permitirá que Hamás vuelva a fortalecerse y sin presencia militar en Gaza, es probable que resurja.
Calvillo añade que el acuerdo no aborda temas cruciales como la reconstrucción de la Franja de Gaza ni su gobernanza.
El rol de Donald Trump en este proceso ha sido determinante.Su presión sobre Netanyahu y la intervención de su enviado especial, Steve Witkoff, han sido claves para alcanzar este alto el fuego.
Trump busca estabilizar la región para impulsar los Acuerdos de Abraham, afirma Calvillo.
A pesar de las promesas del acuerdo, la paz en Gaza se presenta como un horizonte lejano y precario.
Vericat reconoce: El conflicto seguirá latente, aunque la tregua disminuya su intensidad.
Calvillo concluye con una reflexión sombría: La situación probablemente regresará a la normalidad previa al estallido de la guerra, pero dentro de una profunda crisis humanitaria.
