Fátima María Soledad Quinto, una joven madre de 28 años, enfrenta una batalla diaria contra el lupus, una enfermedad autoinmune que exige un tratamiento constante y costoso.
Internada en el Hospital San Bernardo de Salta, su situación económica se agrava al no contar con ingresos estables para cubrir sus gastos médicos y la vivienda precaria donde reside junto a su hija de 11 años y su hermano Milton, quien recientemente perdió su trabajo.
Mi hermano intenta subsistir con trabajos temporales y changas.Con el salario universal, apenas podemos cubrir los gastos básicos, explica Fátima en una carta difundida por redes sociales para apelar a la solidaridad de la comunidad.
La joven detalla que necesitan alimentos, ropa para su hija (talles 14 o 15), calzado número 33, y para ella misma, calzado número 37; además del necesario para su hermano (talle 39).
La situación crítica se intensifica por las necesidades médicas de Fátima. Requiere medicamentos específicos como Hidroxicloroquina, Meprednisona, Omeprazol, Acenocumarol y Azatioprina, necesarios para controlar el lupus.
Actualmente se encuentra internada debido a complicaciones en el esófago y aguarda una cirugía.
Es desesperante ver cómo mi salud se deteriora sin poder acceder al tratamiento adecuado, expresa Fátima con pesar.
La comunidad ha respondido a su llamado de ayuda, ofreciendo alimentos, ropa y apoyo económico.Sin embargo, la necesidad persiste.
Se busca que el caso de Fátima sea un llamado para generar conciencia sobre las dificultades que enfrentan personas con enfermedades crónicas y los recursos limitados que enfrentan para acceder al tratamiento necesario.