La investigación por la desaparición de María Cash, la joven diseñadora desaparecida desde el 8 de julio de 2011, ha sido reactivada y se han obtenido nuevos testimonios que podrían ser claves para desentrañar su caso.
Dos empleados de una estación de servicio ubicada en Torzalito, el último lugar donde se vio a Cash con vida, declararon ante el Juzgado Federal 2 aportando detalles relevantes sobre el día de la desaparición.
Andrés Reyes, un joven de 32 años residente en El Bordo, declaró que vio a una mujer que parecía estar perdida golpeando las puertas de los camiones cerca de la estación de servicio.
La miré y en un momento me dijo: No me miren, estoy bien.No estoy perdida, no estoy drogada, y eso fue todo.
Luego, la perdí de vista, narró Reyes.
Jesús Brito, un hombre de 76 años que trabajaba en la misma estación de servicio, también testificó haber visto a Cash haciendo dedo a camioneros.
No la vi de cerca, estaba a unos 40 metros de distancia.Andaba haciendo dedo.Le habrá preguntado a unos seis o siete camioneros, pero ninguno la quería llevar.
Ella tenía una mochila y un saquito, contó Brito.
Estos testimonios coinciden con la versión de un camionero que declaró haber llevado a Cash hasta el paraje de la Difunta Correa, donde supuestamente le habría pedido quedarse alrededor de las 16:30 del 8 de julio de 2011.
Ramón Crespín, dueño de una gomería cercana al santuario y quien vive en la zona, junto con su padre, aseguraron no haber visto a Cash en esa fecha ni tener conocimiento del camionero que declaró haberla transportado.
Si él fue quien la vio por última vez, entonces la Justicia debería ir directamente tras él.La única evidencia apunta a él, afirmó Crespín.
La reapertura de la causa ha generado expectación y esperanza en el entorno familiar de Cash.El padre de María falleció mientras buscaba a su hija.
Su desaparición sigue siendo un misterio que perdura en el tiempo, con nuevos interrogantes sobre el paradero de la joven.