El ex intendente de Aguas Blancas, Carlos Conejo Martínez, volvió a ser beneficiado con prisión domiciliaria, esta vez en la localidad de Orán.

Esta decisión generó controversia, ya que la justicia revocó previamente el beneficio al observar irregularidades en su cumplimiento en una vivienda frente a la Municipalidad de Aguas Blancas.

La consigna policial fija detectó un flujo constante de personas entrando y saliendo de la vivienda, muchas de las cuales se retiraban a primeras horas de la madrugada.

Esta situación alarmó a las autoridades, quienes consideraron que el beneficio podía estar siendo vulnerado.

Martínez fue detenido a fines de septiembre junto a su abogado Roberto Ortega Serrano y el juez Claudio Parisi por presuntamente facilitar acceso a información confidencial de una investigación penal en curso: el homicidio agravado de César Daniel Martínez, hermano del ex intendente.

La revocación inicial de la domiciliaria se justificó por las sospechas de que Martínez podía estar utilizando su libertad para influir en testigos o manipular pruebas, declaró un experto legal quien prefirió mantenerse en el anonimato.

Su regreso a prisión domiciliaria plantea nuevamente interrogantes sobre la efectividad del sistema judicial para garantizar una investigación imparcial.

El caso ha generado un profundo impacto emocional en la comunidad de Aguas Blancas, quienes esperan que se lleve adelante una investigación transparente y justa para esclarecer las circunstancias del homicidio de César Daniel Martínez.

La decisión de otorgarle nuevamente prisión domiciliaria a Carlos Conejo Martínez deja al descubierto la complejidad de este caso y los desafíos que enfrentan las autoridades para encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger la justicia y el derecho a la libertad individual.