El presidente Javier Milei se encuentra en una encrucijada, buscando conciliar su ambiciosa agenda económica con la necesidad de asegurar el respaldo parlamentario para implementar sus planes.
Mientras mantiene un discurso frontal contra la oposición, el gobierno ha iniciado una serie de conversaciones con diferentes sectores políticos para avanzar con su hoja de ruta legislativa, que incluye el Presupuesto 2025, la Ley de Hojarasca y la privatización de Aerolíneas Argentinas.
La regla de oro es mantener el equilibrio fiscal, afirma una fuente del gobierno, resaltando que la austeridad presupuestaria será un pilar fundamental del proyecto.
Se reconoce la posibilidad de realizar ajustes menores para incorporar partidas destinadas a obras públicas, reconociendo la importancia electoral de este tema en 2025.
El gobierno ha expresado su disposición a evaluar las proyecciones de pago de deuda y buscar mecanismos para redefinir fondos sin comprometer el objetivo del déficit cero.
Esta flexibilidad se presenta como una estrategia para ganar apoyo político, particularmente entre aquellos sectores que abogan por un mayor gasto en áreas como la educación y la ciencia.
Logramos que la educación, la ciencia y la técnica no se suspenda el próximo año, celebró Rodrigo De Loredo, diputado radical, tras una reunión en Casa Rosada donde los representantes del gobierno escucharon las demandas de distintos bloques legislativos.
Más allá del presupuesto, Milei busca avanzar con la privatización de Aerolíneas Argentinas, aunque por ahora descartó discutir un amplio listado de empresas para su venta.
La Ley de Hojarasca, que busca desregular parte de la economía, y el proyecto de divorcio exprés también se encuentran en la agenda legislativa para los próximos meses.
Si bien algunos observadores señalan que el presidente Milei ha modificado su postura respecto a las promesas hechas durante la campaña, el gobierno argumenta que se trata de una estrategia pragmática necesaria para lograr acuerdos y avanzar con sus reformas.
La reciente visita a China del secretario de Economía, Sergio Massa, y el acercamiento diplomático hacia el país asiático, evidencian la búsqueda de alianzas estratégicas para obtener fondos frescos y ampliar el comercio exterior.
En este escenario complejo, Milei se enfrenta al desafío de mantener su discurso crítico hacia la política tradicional mientras negocia y busca consensos para impulsar sus proyectos.
La capacidad del presidente para equilibrar estos dos aspectos será fundamental para determinar el éxito de su gestión.