El gobierno provincial de Mendoza ha presentado un ambicioso plan de incentivos fiscales y financieros dirigido a atraer inversiones en el sector turístico, particularmente hacia zonas remotas con gran atractivo pero con limitada infraestructura pública.

Este programa busca dinamizar el desarrollo económico de estas regiones mediante la promoción de proyectos sostenibles que generen empleo genuino y mejoren la calidad de vida de la población local.

No se trata solo de grandes hoteles o desarrollos inmobiliarios, sino de un enfoque más estratégico que priorice refugios, bases operativas para turismo aventura y emprendimientos comerciales y logísticos, explicó Gabriela Testa, titular del Ente Mendoza Turismo (Emetur).

Testa enfatizó la importancia de la sustentabilidad como eje central de estas inversiones.Los proyectos deberán cumplir con estrictos criterios ambientales, incluyendo el uso de materiales amigables, energías limpias, reúso de agua y biodigestores.

Se exigirá que generen puestos de trabajo dignos para la comunidad local.
Para facilitar la concreción de estos proyectos, el programa contempla exenciones fiscales por un período determinado, subsidiarios y créditos blandos con acceso a financiamiento especial.

La idea es compensar el mayor costo de construcción en zonas menos accesibles y así incentivar la inversión privada en estas regiones.

Estamos trabajando con el Colegio de Arquitectos para determinar el diferencial de costos, ya que construir en áreas montañosas o remotas implica desafíos adicionales, indicó Testa.

Otro elemento clave del plan es la posibilidad de otorgar concesiones por hasta 50 años a los inversores, lo cual se justifica por la necesidad de asegurar una rentabilidad adecuada y la recuperación de la inversión en el largo plazo.

Este aspecto ha generado debate, ya que algunos consideran que el plazo es excesivo.
La duración de las concesiones dependerá del tamaño de la inversión y del impacto económico esperado, aclaró Testa.

El gobierno provincial estima que esta iniciativa generará un significativo impacto económico y social en las zonas turísticas menos atendidas de Mendoza, promoviendo un desarrollo sustentable y equitativo.

El éxito del programa dependerá en gran medida de la participación activa del sector privado y la capacidad del gobierno para garantizar una gestión transparente y eficiente de los recursos públicos.