La medida, tomada en respuesta a lo que Rusia califica como acoso político hacia periodistas rusos y restricciones a medios rusos dentro de la UE, afecta a importantes agencias internacionales como Agence France-Presse (AFP), ORF (Austria) y RTE (Irlanda), así como periódicos nacionales e incluso el medio especializado Politico.
El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso denuncia que estos medios sistemáticamente difunden información inexacta sobre la operación militar especial en Ucrania.
Asegura que Bruselas y las capitales de los países miembros de la UE han ignorado las advertencias moscovitas y han proseguido con una escalada que obliga a Rusia a tomar contramedidas espejo y proporcionales.
Esta acción ha generado una ola de condena internacional.La Comisión Europea se mostró profundamente preocupada por la decisión rusa, calificándola de grave ataque a la libertad de prensa y el derecho a la información.
Mientras tanto, diversos organismos de protección de los derechos humanos han expresado su alarma ante la creciente censura en Rusia.
La medida coincide con el inicio del juicio contra Evan Gershkovich, un periodista estadounidense acusado de espionaje por las autoridades rusas.
La acusación ha sido ampliamente criticada por la comunidad periodística internacional como una maniobra para silenciar a los medios críticos con el gobierno ruso.
El cierre de estos medios representa una clara violación de los principios democráticos y pone en peligro la transparencia y la libre circulación de información, fundamentales para la construcción de una sociedad pluralista e informada.