Un hombre ha sido sentenciado a 14 años de prisión efectiva tras admitir haber cometido abuso sexual con acceso carnal continuado contra su propia hija, en un caso que conmociona a la sociedad y pone de relieve la vulnerabilidad de los menores ante agresiones dentro del ámbito familiar.
La condena se dictó en una audiencia celebrada bajo trámite abreviado por el juez Martín Pérez, de la Sala 1 del Tribunal de Juicio.
La representante legal del Ministerio Público Fiscal, fiscal penal Luján Sodero Calvet, lideró la acusación, presentando un exhaustivo recuento de las pruebas acumuladas en contra del imputado.
El individuo reconoció su responsabilidad en el delito, agravado por el parentesco con la víctima, la relación de guarda y convivencia, así como por el severo impacto físico y psicológico ocasionado a la menor.
El caso salió a la luz en julio tras una denuncia presentada por la madre de la joven, quien actuaba en representación de su hija, entonces de 17 años.
La denuncia se originó cuando, en noviembre de 2022, la mujer descubrió que su hija estaba embarazada.
Inicialmente, la menor atribuyó el embarazo a un supuesto abuso ocurrido en una fiesta, negándose a revelar detalles o presentar una denuncia formal.
En junio del año siguiente, la víctima confesó a su madre que la historia de la fiesta era falsa y reveló que el perpetrador era, en realidad, su propio padre, quien la había coaccionado para inventar esa versión.
La Fiscalía especializada en delitos sexuales inició una investigación exhaustiva que incluyó la revisión de imágenes captadas por sistemas de circuito cerrado de televisión, testimonios de familiares cercanos y la adopción de diversas medidas probatorias, entre ellas, análisis de ADN. El Servicio de Biología Molecular del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) confirmó mediante cotejo genético el vínculo biológico entre el padre y la hija, consolidando así las acusaciones.
Este es un caso particularmente doloroso que ilustra la complejidad de los delitos sexuales dentro del entorno familiar, declaró la fiscal Sodero Calvet tras la sentencia.
La manipulación psicológica ejercida sobre la víctima para ocultar la verdad y la gravedad de las consecuencias emocionales sufridas son aspectos cruciales que el Tribunal ha tenido en cuenta.
Expertos en derecho penal y protección infantil han destacado la importancia de esta sentencia como un mensaje contundente contra la impunidad en casos de abuso sexual intrafamiliar.
Es fundamental que los agresores sepan que sus acciones no quedarán sin consecuencias, afirmó la Dra.
Elena Vargas, especialista en derechos del niño.Este tipo de crímenes dejan cicatrices profundas y duraderas en las víctimas, por lo que es esencial brindarles todo el apoyo psicológico y legal necesario.
La condena a 14 años de prisión efectiva representa un hito significativo en la lucha contra los delitos sexuales y reafirma el compromiso del sistema judicial con la protección de los menores vulnerables.
El caso subraya la necesidad de fortalecer las redes de apoyo para víctimas de abuso, así como de promover campañas de sensibilización dirigidas a padres y educadores sobre la importancia de detectar señales de alerta y prevenir este tipo de tragedias.