La seguridad alimentaria estadounidense se encuentra bajo un nuevo escrutinio tras el robo de cerca de 100.000 huevos de un camión en Pensilvania, un incidente que ocurre en el contexto de una escasez significativa y un aumento dramático en los precios del huevo a nivel nacional.
Las autoridades estatales investigan el hurto, valorado en aproximadamente $40.000 dólares, ocurrido el fin de semana pasado en Greencastle.
Nos tomamos este asunto en serio y estamos comprometidos a resolverlo lo más rápido posible, declaró la Policía estatal, añadiendo que por motivos de la investigación no podían proporcionar más detalles sobre el caso.
El robo ha generado una ola de preocupación, especialmente considerando la actual crisis alimentaria que azota al país.
La producción de huevos en Estados Unidos se enfrenta a serias dificultades debido a un brote de gripe aviar que ha afectado a millones de gallinas ponedoras a lo largo del país.
De acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el virus ha causado la muerte de más de 22 millones de gallinas ponedoras, representando casi la mitad de todas las aves muertas por gripe aviar entre noviembre y diciembre del año pasado.
El precio medio de una docena de huevos ha llegado a niveles récord, superando los $7 dólares, un incremento exponencial en comparación con los $2 dólares que se pagaban hace un año.
Esta situación ha generado preocupación entre los consumidores, quienes experimentan el impacto directo en su economía familiar.
La nueva portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, culpó al gobierno anterior del demócrata Joe Biden por la escasez y el aumento del precio de los huevos, argumentando que la orden para sacrificar 100 millones de pollos debido a la gripe aviar contribuyó a la situación.
El robo masivo de huevos en Pensilvania representa un nuevo capítulo en una crisis alimentaria que tiene al país en vilo.
Las autoridades deben trabajar con urgencia para resolver este caso y garantizar el abastecimiento de alimentos esenciales para la población.
Mientras tanto, los consumidores enfrentan el desafío de lidiar con precios cada vez más altos y una incertidumbre creciente sobre su acceso a productos básicos como el huevo.
