La crisis política en Venezuela se ha intensificado tras la polémica toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente para el periodo 2025-2031, un acto que ha sido ampliamente condenado por la oposición y parte de la comunidad internacional.

El líder opositor Edmundo González Urrutia, quien fue declarado vencedor en las elecciones del pasado 28 de julio por la plataforma opositora Comando con Venezuela, se encuentra ausente de su país y su paradero es desconocido.

La situación está llena de incertidumbre, ya que mientras algunos aliados de González, como Mariluz Palma, coordinadora de Comando con Venezuela en Colombia, mantienen la esperanza de una proclamación presidencial inminente del líder opositor, otros, como Felipe Calderón, expresidente de México, ven difícil su regreso a Venezuela ante la creciente represión del régimen chavista.

Edmundo se juramenta.No podemos dar las estrategias, solamente estamos a la expectativa, pero se juramenta en Venezuela y sabemos que las cartas ya están puestas sobre la mesa, solo que no se han volteado, afirmó Palma, quien considera que el juramento de Maduro representa una violación a la Constitución venezolana y al mandato popular.

La expresidenta costarricense Laura Chinchilla, quien acompañó a González durante esta etapa crítica, ha concluido su misión de apoyo y ha reconocido la grave situación política en Venezuela.

Maduro se perpetúa en el poder más deslegitimado, más debilitado y más aislado, afirmó Chinchilla, quien lamentó el cierre de fronteras terrestres y aéreas, así como el despliegue de sistemas de defensa antimisiles por parte del gobierno venezolano.

Andrés Pastrana, expresidente colombiano, también ha expresado su preocupación por la escalada de tensiones en Venezuela, calificando el bloqueo fronterizo impuesto por Maduro como un golpe de Estado que impide la entrada a Venezuela de cualquier persona o ayuda humanitaria.

Calderón, por su parte, reconoce las dificultades para el retorno de González a su país y ha confirmado que los expresidentes latinoamericanos ya han concluido sus reuniones con el equipo de González, dejando en sus manos la decisión sobre los próximos pasos.

El cierre fronterizo impuesto por Maduro estará vigente al menos durante 72 horas, generando incertidumbre e intensificando la tensión política en la región.