Tras una elección con escaso reconocimiento internacional, Nicolás Maduro se autoproclamó presidente de Venezuela.

La ceremonia fue marcada por la ausencia casi total de líderes mundiales, evidenciando el rechazo global a la legitimidad del proceso electoral.

La Unión Europea (UE), que ha impuesto sanciones al régimen chavista desde 2017, reafirmó su postura de no reconocer a Maduro como presidente democráticamente elegido.

Los resultados anunciados permanecen sin verificar y no pueden ser reconocidos como representativos de la voluntad del pueblo, declaró Kaja Kallas, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores.

Kallas resaltó que según copias públicas de registros electorales, millones de venezolanos votaron por un cambio democrático al apoyar a Edmundo González Urrutia por una mayoría significativa.

La UE ha ampliado las sanciones contra el régimen venezolano con nuevas medidas contra 15 personas, sumándose a la lista negra que ya incluye a 55 dirigentes chavistas.

Las sanciones incluyen restricciones de viaje y congelación de activos a aquellos considerados responsables de graves violaciones de los derechos humanos.

Aunque aún no se han hecho públicas las futuras medidas, fuentes comunitarias sugieren una ampliación de las sanciones existentes o incluso una sanción directa al propio Maduro.

De las sanciones, la UE ha considerado el reconocimiento de Edmundo González como presidente legítimo.

Si bien Italia ya lo ha reconocido, otros miembros del bloque europeo, incluyendo España, solo le han otorgado el título de ganador legitimo de las elecciones.

Para que Bruselas tome esta decisión, los jefes de Estado deben llegar a un acuerdo, algo que actualmente parece complicado.

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, afirmó que la UE trabaja en una postura consensuada para definir su nueva posición frente a la crisis venezolana.

Críticos del enfoque actual argumentan que el reconocimiento de González es necesario para presionar al régimen, mientras que otros recuerdan que el caso de Juan Guaidó demostró que esta medida no garantiza un cambio significativo.

El escenario político en Venezuela se mantiene incierto, con la UE intensificando sus esfuerzos para encontrar una solución pacífica a la crisis.

La decisión final sobre el reconocimiento de González o la extensión de las sanciones dependerá del análisis de la situación y de la voluntad política de los países miembros.