Denuncia viral por presunto abuso sexual a mascota genera conmoción en la comunidad

Un video difundido en redes sociales ha generado indignación en Campo Santo, donde se muestra a un perro aparentemente maltratado.

En las imágenes se observa al animal con heridas visibles, lo que llevó a los usuarios a denunciar un presunto caso de abuso físico y sexual por parte de un vecino.

El hecho, ocurrido en el barrio Santa Rosa de Lima, ha sido objeto de numerosas publicaciones en plataformas digitales, pero hasta el momento no existe una denuncia formal ante las autoridades.

La doctora Céspedes Cartagena, abogada especializada en protección animal, recibió solicitud de ayuda para encontrar un veterinario que atendiera al perro.

Me pidieron colaboración con la búsqueda de un veterinario en Salta porque según me explicaban, no encontraban quién quisiera colaborar con ellos en Güemes.

Me enviaron las imágenes, me pareció aberrante pero no puedo confirmar nada, debido a que no tuve contacto con el animal, declaró Céspedes.

Tampoco me dieron demasiada información más allá de las publicaciones realizadas, añadió.
Las publicaciones en redes sociales también acusaban a la comisaría local de haberse negado a recibir una denuncia por este caso.

Estas versiones fueron desmentidas por el comisario Simón Pistán, Segundo Jefe de la Unidad Regional 7.

En base a las publicaciones comenzamos a buscar mayor información porque no dan nombres ni direcciones precisas, explicó Pistán.

Nadie realizó una denuncia ni se acercó con la intención de realizarla, pero tampoco pudimos dar con algún testigo o persona que tenga directa relación con lo expuesto públicamente, agregó el comisario, quien afirmó que se elaboró un informe sobre lo ocurrido y fue elevado a la fiscalía local como denuncia contra un NN.

El perro, identificado como Rabito, fue trasladado por proteccionistas hasta la veterinaria de la familia Salcedo en General Güemes, donde recibió atención médica para sus heridas.

Lo que puedo decir es que tenía importantes heridas en su ano, no puedo afirmar que hayan sido producto de una violación o la introducción de algún objeto, señaló la doctora Alejandra Fernández, quien junto a su hija atendió al animal.

Rabito presenta fistulas infecciosas que comienzan en la glándula anal y también heridas de vieja data, lo que indica que el sufrimiento del animal se extiende por un período prolongado.

Es imposible confirmar qué causaron todas estas heridas, manifestó Fernández, quien destacó que el animal se encuentra recuperándose favorablemente.

El caso ha generado un fuerte debate sobre la protección animal y la necesidad de una mayor vigilancia para evitar este tipo de actos crueles.