Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión Europea, presentó su estrategia para impulsar la competitividad europea en un mercado global cada vez más complejo.

Durante su discurso inaugural en Bruselas, Ribera enfatizó la necesidad de una reforma del sistema de ayudas estatales y una apuesta decidida por las inversiones en energías limpias.

Debemos ir más allá, afirmó Ribera, nuestras decisiones no sólo se refieren al mercado de hoy, sino también al de mañana.

La vicepresidenta subrayó la importancia de la innovación y un enfoque ambicioso para competir con grandes tecnológicas y sectores emergentes como China y Estados Unidos.

En este sentido, Ribera propuso un nuevo marco para las ayudas estatales que acelere las inversiones ecológicas.

Este plan se enmarca dentro de la estrategia más amplia de la UE para apoyar el desarrollo sostenible y abordar los desafíos del cambio climático.

Las políticas europeas de concentraciones y antimonopolio son herramientas clave para mantener los mercados justos, aseguró Ribera, quien señaló que la innovación, la sostenibilidad y la resistencia serán factores determinantes en la evaluación de fusiones y defensa de la competencia.

Para Ribera, el mercado no siempre es suficiente para garantizar la justicia social y los resultados deseados.

A veces, los mercados por sí solos no pueden ofrecer las políticas sociales y los resultados que necesitamos, reconoció.

Propuso un papel activo del Estado en la promoción de sectores estratégicos para Europa y la creación de incentivos para la inversión privada.

Ribera citó el ejemplo de la producción de hidrógeno verde como una inversión riesgosa para una sola empresa, pero que, con la colaboración empresarial o ayudas estatales específicas, se convierte en un proyecto viable.

Su objetivo principal es impulsar un Plan de Industria Limpia durante sus primeros 100 días al frente del cargo.

Un nuevo marco equilibrado de ayudas estatales acelerará la puesta en marcha de proyectos de energías renovables, afirmó Ribera, quien añadió que esto significará acelerar la descarbonización de la industria y garantizar la capacidad de producción de tecnologías limpias para competir a nivel global.

La vicepresidenta también enfatizó la necesidad de profundizar el mercado único, especialmente en sectores claves como la energía, defensa, finanzas, comunicaciones electrónicas y lo digital.

Nuestras empresas deberían poder ganar escala y aprovechar al máximo nuestro mercado doméstico europeo, señaló Ribera, quien advirtió contra la competencia desleal proveniente de países que ofrecen subvenciones masivas a sus empresas.