Pistola fantasma: ¿Cómo una arma sin número de serie puede acabar con una vida?

El asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, sacudió a Manhattan.El crimen, perpetrado con un disparo a la cabeza, fue tan repentino como brutal.

Días después de la tragedia, la policía logró arrestar al sospechoso: Luigi Mangione, un joven de 26 años.

La investigación reveló un elemento preocupante: la arma utilizada era una pistola fantasma, un arma sin número de serie ensamblada a partir de piezas adquiridas por separado o kits disponibles en el mercado negro.

La detención de Mangione se produjo gracias al ojo perspicaz de un cliente de McDonalds en Pensilvania, quien lo reconoció tras verlo en las noticias y alertó a la policía.

Mangione intentó evadir a la justicia presentando un carné de conducir falso, pero ante la presión policial finalmente reveló su identidad real.

La policía encontró en la mochila de Mangione una pistola fantasma ensamblada con piezas metalicas y plásticas, junto con un cargador con seis balas de nueve milímetros.

Este tipo de armas, conocidas como fantasmas debido a la falta de identificación única, se han convertido en una amenaza creciente para las fuerzas del orden.

Las pistolas fantasma son fabricadas por particulares que ensamblan piezas adquiridas legalmente, utilizando kits o impresoras 3D. Su fabricación no es ilegal per se, pero su diseño anónimo dificulta el rastreo y la identificación de los propietarios, lo que las convierte en un arma ideal para actividades ilícitas.

La Ley de Control de Armas de 1968 define legalmente las armas de fuego, pero no aborda específicamente a las pistolas fantasma debido a la naturaleza incompleta de sus componentes.

Esta laguna legal ha generado un debate acalorado entre los defensores del derecho al porte de armas y quienes argumentan que este tipo de armas representan una amenaza pública.

En 2022, la ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) implementó nuevas normas para regular las pistolas fantasma, exigiendo a los fabricantes agregar números de serie a los componentes clave y realizar verificaciones de antecedentes a los compradores.

Esta medida ha sido impugnada ante la Corte Suprema por grupos que defienden la Segunda Enmienda de la Constitución, lo que deja en suspenso el futuro de este tipo de regulación.

El caso de Brian Thompson ilustra las peligrosas implicaciones del uso de armas fantasma.Su asesinato brutal, perpetrado con un arma sin identificación, pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer los controles sobre estas armas y cerrar las brechas legales que permiten su proliferación.