Países Bajos está en una carrera contrarreloj para mantener a ASML, gigante tecnológico y líder mundial en fabricación de equipos de litografía de ultravioleta extremo (EUV), clave para la producción de los circuitos integrados más avanzados.
El futuro de esta empresa crucial para la industria global de semiconductores se ve amenazado por las tensiones geopolíticas y las restricciones impuestas por Estados Unidos, que buscan frenar el desarrollo tecnológico chino.
Según Peter Wennink, exdirector general de ASML, la empresa podría perder alrededor del 15% de sus ventas en China debido a estas sanciones.
Su sucesor, Christophe Fouquet, comparte esta visión pesimista, anticipando que la presión estadounidense sobre sus aliados para endurecer las restricciones se mantendrá.
EEUU seguirá ejerciendo presión sobre sus socios para endurecer aún más las sanciones que persiguen detener el desarrollo de la industria china de los circuitos integrados, declaró Fouquet en una reciente entrevista.
Países Bajos reconoce la importancia estratégica de ASML y no está dispuesto a perderla.El ministro de Economía, Dirk Beljaarts, ha mantenido conversaciones con funcionarios estadounidenses para defender la libertad comercial de ASML con China.
China es un socio comercial importante, al igual que EEUU y muchos otros países del mundo.Tenemos que proteger nuestra propia economía y debemos asegurarnos de que nuestras empresas puedan hacer negocios con la máxima libertad posible, afirmó Beljaarts tras su encuentro con Don Graves, subsecretario de Comercio estadounidense.
Para retener a ASML, el Gobierno neerlandés ha puesto en marcha la Operación Beethoven, un ambicioso plan que contempla una inversión de 2.500 millones de euros para mejorar las infraestructuras de la región de Eindhoven, donde se ubica la sede de la compañía.
ASML y Philips, junto con otras empresas tecnológicas del país, aportarán 230 millones de euros a este proyecto.
Esta iniciativa busca crear un entorno propicio para que ASML se sienta valorada en Países Bajos y desestime cualquier posibilidad de trasladarse a otro país.
La incertidumbre geopolítica y la presión estadounidense sobre las empresas tecnológicas como ASML ponen al descubierto las complejidades del panorama internacional y el impacto directo que tienen en la economía global.
El futuro de la innovación tecnológica dependerá, en gran medida, de cómo se manejen estas tensiones y se encuentren soluciones que permitan un desarrollo tecnológico sostenible para todos los países.