Un reciente informe del Pentágono ha desatado alarma en Washington al revelar la acelerada expansión del arsenal nuclear y naval chino.

El documento, que consta de 182 páginas, detalla un aumento significativo en la capacidad militar china, especialmente en su arsenal nuclear.

Se estima que China ha añadido aproximadamente 100 ojivas nucleares en el último año, alcanzando un total estimado de más de 600 para mediados de 2024, con planes de superar las 1.000 para 2030.

China está transformando su fuerza nuclear en un pilar clave de su poder militar, afirma el informe, integrando tecnología avanzada y ampliando su arsenal a un ritmo alarmante para los estadounidenses.

Este crecimiento nuclear, junto con la modernización de sus fuerzas navales, reconfigura el panorama estratégico global.

El Pentágono señala que China ha completado tres campos de misiles con 320 silos en sus desiertos del norte y continúa construyendo más silos para albergar misiles Dongfeng5, capaces de portar múltiples ojivas.

Esta expansión apunta a proporcionar a China una mayor capacidad destructiva, quizás la mayor a corto plazo, junto a un gran número de opciones estratégicas en caso de conflicto con Estados Unidos o cualquier otra potencia.

Del crecimiento en su arsenal nuclear, China está desarrollando una fuerza nuclear diversificada que incluye misiles de baja potencia para ataques de precisión y misiles balísticos intercontinentales ICBM con múltiples opciones de escalada.

Aunque Beijing mantiene una política declarada de no primer uso, la velocidad de su modernización nuclear ha generado alarma en Estados Unidos, según el Pentágono.

En materia naval, China ha incrementado significativamente su alcance, consolidándose como una fuerza marítima emergente con capacidad de operar más allá de sus aguas regionales.

El informe del Pentágono indica que la Armada china cuenta con más de 370 buques y ha llevado a cabo entrenamientos y operaciones en océanos lejanos, incluyendo el Índico Oriental y el Pacífico Occidental.

La modernización naval se evidencia en la construcción de portaaviones como el Fujian, el primero diseñado localmente con catapultas electromagnéticas.

Este esfuerzo se complementa con una flota creciente de buques anfibios, preparados para operaciones expedicionarias y apoyo logístico de largo alcance.

El informe también destaca que parte de los esfuerzos militares actuales de China están dirigidos a Taiwán, considerada por Beijing como parte indivisible de su territorio.

Aunque han incrementado incursiones aéreas y navales cerca de la isla, el Pentágono señala que China aún enfrenta carencias significativas en la guerra urbana y en el mantenimiento de suministros a largas distancias.

En respuesta a estos desafíos, la administración Biden ha fortalecido alianzas en la región AsiaPacífico y ha diseñado estrategias de dispersión de fuerzas para facilitar ataques rápidos contra activos chinos.

El informe del Pentágono podría influir en el enfoque de la próxima administración, redirigiendo atención hacia la creciente amenaza militar china.

Este documento revela un nuevo escenario geopolítico donde China se posiciona como una potencia nuclear y naval con ambiciones globales que desafían el orden mundial establecido.