La Municipalidad llevó a cabo un operativo para combatir la contaminación sonora en la ciudad, con la destrucción de caños de escape modificados o no autorizados que generaban niveles de ruido superiores a los permitidos por las normativas locales.

Las piezas fueron recuperadas durante operativos contra picadas de motos y controles de alcoholemia.

Los caños destruidos provienen de esos procedimientos, explicó Matías Assennato, secretario de Tránsito.

Una vez compactados, se asegura que no vuelvan a circular en el mercado, agregó.
El acto se realizó en las instalaciones de la Planta Hormigonera y forma parte del marco legal establecido por la Ordenanza N 5.941, Artículo 92, del Código de Protección del Medio Ambiente, que regula los niveles de ruido emitidos por motocicletas y automóviles.

Esta acción contundente busca generar una mayor conciencia sobre el impacto del exceso de ruido en la comunidad, según authorities municipales.

El objetivo es garantizar el bienestar de todos los ciudadanos, protegiendo su derecho al descanso y a un ambiente libre de contaminación sonora, afirmó un portavoz del municipio.

El problema del ruido excesivo generado por vehículos con caños de escape modificados se ha convertido en una preocupación creciente para los vecinos, quienes denuncian la afectación a su calidad de vida.

Es imposible dormir bien por el constante estruendo de las motos que pasan toda la noche, expresó un residente afectado.

Este tipo de operativos, según expertos en acústica, son necesarios para controlar la contaminación sonora y mejorar la convivencia ciudadana.

El ruido puede tener impactos negativos en la salud, provocando estrés, insomnio y problemas cardiovasculares, señaló un especialista.