En un tenso debate parlamentario, el diputado Carlos Zapata acusó a la Universidad Nacional de Salta (UNSa) de promover una política autoritaria al declarar personas no gratas a él mismo y a otros legisladores.

La polémica surgió tras la aprobación por parte del Consejo Superior de la UNSa de la resolución 45724, que también afecta a Emilia Orozco, Julio Moreno y Yolanda Vega.

Zapata, quien planteó una cuestión de privilegio para abordar el tema, calificó las acciones de la universidad como contrarias a la ley e incluso denunció un pensamiento único similar al nazismo.

En su discurso, el diputado afirmó que la UNSa busca excluir definitivamente a los que piensan distinto, y criticó duramente a quienes componen el Consejo Superior, acusándolos de mentes con pensamiento oscuro y reaccionarios.

El conflicto se enmarca en un debate nacional sobre la Ley de Financiamiento Universitario, donde Zapata y sus colegas han expresado su disidencia al proyecto aprobado por la UNSa. El diputado sostuvo que los universitarios no alcanzan a entender el espíritu de la existencia de la universidad tras la reforma de 1918.

Esta situación ha generado un profundo impacto emocional tanto en los estudiantes como en la comunidad universitaria, quienes se ven divididos ante las acusaciones del diputado y las respuestas de la UNSa.

Desde el ámbito académico, diversos expertos han expresado su preocupación por la escalada de tensiones y la utilización de un lenguaje inapropiado dentro del debate universitario.

Se destaca la importancia de mantener un diálogo respetuoso y constructivo para encontrar soluciones a los desafíos que enfrenta el sistema educativo argentino.