El Gabinete de Seguridad israelí se reunirá este martes para analizar la propuesta estadounidense que busca instaurar un alto el fuego entre Israel y la milicia chií Hezbolá en Líbano, según confirmó una fuente cercana a las negociaciones.
El acuerdo, mediado por el enviado estadounidense Amos Hochstein, contempla un periodo de 60 días durante el cual el ejército israelí se retiraría del sur del Líbano, las tropas libanesas se desplegarían en la frontera y Hezbolá se replegaría más allá del río Litani.
Esta propuesta, que ha sido acogida con cautela por Israel, se divide en tres etapas: una tregua inicial seguida del repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano; y finalmente, negociaciones entre Israel y Líbano para la delimitación de su frontera.
A pesar de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha aceptado en principio la propuesta, existen algunas reservas por parte de Israel, principalmente relacionadas con la libertad de acción que se le exige para poder emprender acciones militares dentro de Líbano si Hezbolá viola los términos del alto el fuego y las fuerzas libanesas no actúan para controlar la situación.
Estamos avanzando hacia un acuerdo, pero todavía hay asuntos por resolver, indicó David Mencer, portavoz del Gobierno israelí, sin ofrecer detalles concretos sobre las posibles soluciones a estas controversias.
Una posible salida podría ser una carta de compromiso de Washington o una formulación más vaga en el documento que regula el alto el fuego.
La inclusión de Francia en el organismo internacional encargado de supervisar el cumplimiento del acuerdo, junto con Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, ha contribuido a desbloquear las negociaciones.
La participación francesa, potencia occidental con fuerte influencia en Líbano, se considera clave para asegurar la efectividad del alto el fuego.
La situación sigue siendo tensa en la región.Las hostilidades entre Israel y Hezbolá se han intensificado en los últimos días, con ataques aéreos israelíes contra objetivos libaneses y lanzamientos de proyectiles de artillería por parte de Hezbolá.
Los bombardeos israelíes causaron la muerte de al menos 29 personas en el centro de Beirut y diez fallecimientos en la localidad de Tiro, en el sur del país.
El conflicto se desarrolla en un contexto más amplio de violencia en la región, tras los ataques lanzados por Hamás contra Israel el 7 de octubre y la respuesta militar israelí a estos ataques que ha provocado una gran cantidad de víctimas en la Franja de Gaza.