Un grupo de empresarios multimillonarios está impulsando la creación de Esmeralda, una nueva ciudad que promete ser un modelo de vida utópica ubicada en Sonoma, California, a solo 90 minutos al norte de San Francisco.

La iniciativa, liderada por la empresaria Devon Zuegel, busca congregar a individuos de alto potencial intelectual y creativo en un entorno que promueve el aprendizaje, la colaboración y el bienestar comunitario.

Zuegel describe Esmeralda como un campus universitario para adultos, donde los residentes podrán interactuar espontáneamente mediante cenas grupales, proyectos artísticos conjuntos, clubes de lectura o incluso deportes improvisados.

La ciudad se inspira en el modelo de pueblos italianos de montaña, fomentando la vida social y la integración entre sus habitantes.

Si bien Esmeralda se presenta como un proyecto inclusivo que acogerá una gama diversa de ingresos y etapas de la vida, su financiación por parte de una empresa privada con fines de lucro ha generado críticas y dudas en algunos sectores.

Algunos vecinos expresan preocupación sobre la exclusividad del proyecto y su impacto en la asequibilidad de la vivienda en Cloverdale, donde se ubica la ciudad.

Parece que quieren convertirlo en algo como Healdsburg, y no en un lugar para gente como yo, comenta Nancy Reyes, una residente cercana.

La ciudad de Healdsburg ha experimentado una crisis de vivienda debido al aumento de urbanizaciones de lujo y hoteles de alto standing, lo que ha generado tensiones con la población local.

Zuegel insiste en que Esmeralda se diferenciará de estos proyectos al ofrecer viviendas de diferentes tipos y estilos para satisfacer las necesidades de un amplio espectro socioeconómico.

Planea abrir espacios públicos como senderos y áreas verdes, fomentando el acceso a la comunidad en general.

Históricamente, este terreno ha estado cerrado al público.Tenemos pensado cambiar eso, afirma Zuegel.

A pesar de las preocupaciones, Esmeralda avanza con el respaldo de inversionistas que confían en su modelo innovador.

El proyecto, que aún se encuentra en una fase inicial, busca construir un futuro urbano basado en la tecnología, la sostenibilidad y la comunidad, aunque su éxito dependerá de su capacidad para equilibrar las aspiraciones de sus creadores con las necesidades de la población local.