El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) experimenta un periodo de cambio significativo luego de la renuncia del presidente nacional, Juan Cruz Molina Halford, mostrando diferencias con la gestión del gobierno actual.
En paralelo, el gobierno designó a Nicolás Bronzovich como nuevo titular del organismo, quien venía desempeñando el cargo de director de Agricultura en el Ministerio de Economía bajo la administración de Javier Milei.
Molina Halford explicó su decisión de dejar el cargo atribuyéndola a discrepancias con las políticas implementadas por el actual gobierno.
Desde el INTA se remarca que la posición del presidente nacional no se rige por concursos como los cargos regionales, sino que depende de la voluntad política del Gobierno de turno.
En Mendoza, Asunción Galmarini asumió un segundo período al frente del Centro Regional del INTA. Durante su discurso, destacó la importancia de la investigación científica y tecnológica en el contexto actual de incertidumbre global.
Nuestro país está marcado por la volatilidad, afirmó, y para una institución como la nuestra es crucial adaptarnos a estos cambios.
Galmarini también resaltó el rol fundamental del sector agroalimentario y agrobiondustrial en el desarrollo nacional, destacando su capacidad para generar empleo y divisas.
En 2022, las exportaciones de este sector alcanzaron los USD 49.581 millones, representando casi el 70% del total de exportaciones del país.
A pesar de la coyuntura política y económica, Galmarini insistió en la necesidad de mantener un fuerte compromiso con la investigación científica.
La ciencia debe despegarse de la coyuntura, enfatizó, utilizando como ejemplo los avances en la producción vitivinícola durante las últimas décadas.
El director regional prometió continuar trabajando en temas clave para la región, como el uso eficiente del agua en la agricultura, buscando soluciones sustentables para enfrentar la escasez hídrica.
Este nuevo capítulo en el INTA se presenta con desafíos y oportunidades.El nombramiento de Bronzovich y la continuidad de Galmarini en Mendoza plantean nuevas perspectivas para el futuro del organismo, que continuará siendo un actor clave en la evolución del sector agropecuario argentino.