Este evento, presenciado con expectación por la comunidad científica y tecnológica global, marcará un hito crucial en la historia de la exploración espacial.

La compañía, liderada por Elon Musk, ha anticipado el lanzamiento un mes y medio respecto al programa inicial de la Administración Federal de Aviación (FAA), demostrando la presión ejercida para acelerar la innovación espacial.

A pesar de que la licencia de vuelo aún no se ha otorgado formalmente, se espera su aprobación inminente.

SpaceX ha notificado a los navegantes marítimos sobre las operaciones y está culminando los preparativos finales para el despegue, previsto para las 7:00 am hora local en Starbase, Texas.

El vuelo 4 de Starship, realizado a principios de junio, representó un hito significativo al ser el más exitoso hasta la fecha.

La nave despegó sin incidentes, se separó del propulsor Super Heavy y aterrizó con éxito en la zona designada del Océano Índico, presentando daños menores pero manejables.

El propulsor Super Heavy, por su parte, completó una maniobra de regreso simulada y simuló un aterrizaje suave en el Golfo de México.

Este éxito rotundo impulsa a SpaceX a avanzar con sus planes aún más ambiciosos para el sucesor de Starship.

En este quinto lanzamiento, se intentará impulsar la reutilización rápida del sistema al hacer que el propulsor Super Heavy regrese al lugar de despegue.

Para lograrlo, SpaceX utilizará una torre de lanzamiento de 140 metros de altura llamada Mechazilla, equipada con dos brazos mecánicos gigantes que intentarán capturar el propulsor en pleno vuelo y colocarlo de regreso en la plataforma de lanzamiento.

Este es un paso crucial hacia nuestra visión de vuelos espaciales recurrentes y accesibles, afirma un portavoz de SpaceX. La captura del propulsor en vuelo nos permitirá reducir significativamente los costos y acelerar la frecuencia de lanzamientos.

Este proceso presenta miles de condicionantes para garantizar la seguridad y el éxito de la maniobra.

Si las condiciones no son óptimas, el propulsor seguirá la trayectoria del vuelo anterior, realizando un aterrizaje controlado en el Golfo de México.

La decisión final sobre si proceder con la captura del Booster 12 recaerá en los ingenieros de SpaceX después de analizar cuidadosamente los datos obtenidos durante la separación del propulsor.

El mundo estará atento a este lanzamiento, que promete ser un espectáculo emocionante y un paso significativo hacia la futura exploración espacial.