El Auditorio de la World Law Foundation en Madrid se convirtió en un escenario de esperanza y determinación este viernes con el lanzamiento de Camino hacia la Libertad: manual para la liberación de los presos políticos.

La activista venezolana Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, presentó esta guía esencial dirigida a las familias de quienes han sido encarcelados por expresar su disidencia.

Según datos proporcionados por Tintori, en Venezuela actualmente se encuentran privados de libertad 1905 personas por sus convicciones políticas, de los cuales 67 son menores de edad.

Este número refleja la preocupante realidad de los presos políticos en el mundo, que asciende a un millón según diversas organizaciones internacionales.

El manual, ya aplicado con éxito por 17 familias, busca brindar herramientas y estrategias para lograr la liberación de estos individuos.

Se estructura en cuatro áreas: comprensión del contexto de las detenciones políticas, elaboración de una estrategia de liberación familiar, construcción de una narrativa que destaque la situación del detenido y navegación eficiente en el sistema legal e internacional.

Estos no son presos políticos, son secuestrados por Maduro, afirma Tintori durante su intervención, enfatizando la urgencia de actuar para liberar a estos individuos.

Tintori destaca el papel fundamental que juegan las familias en este proceso, una idea compartida por otros oradores del evento como Iliana Hernández, periodista cubana presa en múltiples ocasiones por sus protestas contra el régimen cubano.

Mi madre hizo mucho por mí cuando estuve presa, relata Hernández, subrayando la importancia del apoyo familiar para superar esta difícil experiencia.

El líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, también presente en el acto, insiste en la necesidad de una lucha global contra las autocracias.

Los disidentes de todas las autocracias deben unirse para luchar contra ellas, afirma López, al tiempo que resalta su iniciativa World Liberty Congress, que reúne a personas de 56 países con el objetivo de promover la libertad y los derechos humanos en todo el mundo.

El evento congregó a familiares de presos políticos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, quienes compartieron sus experiencias y testimonios, expresando su dolor, miedo e impotencia ante la injusticia que sufren sus seres queridos.

Adrián Quiñones, hermano de la activista venezolana María Oropeza conocida por haber grabado su detención en redes sociales, denunció la violencia y brutalidad con la que se lleva a cabo la represión contra los opositores.

Fue aterrador, afirma, No le deseo esa experiencia ni a mi peor enemigo.
Damaris Melgar, por su parte, compartió la historia de su tía Jeanine Añéz, expresidenta interina de Bolivia, quien lleva más de tres años encarcelada sin acceso a sus medicinas.

Samantha Jirón, exiliada nicaragüense, relató su experiencia tras ser condenada a ocho años de cárcel por traición a la patria.

Actualmente reside en España y denuncia la necesidad de visibilizar los casos de los presos políticos y mantener viva la esperanza de libertad.

Ellos están en la oscuridad siendo sometidos a torturas, pero desde la oscuridad de su celda transmiten luz, expresó Antonieta Mendoza, madre del líder opositor Leopoldo López.

La lucha por la libertad de estos presos no solo es una batalla legal, sino también un desafío moral que exige la solidaridad y el compromiso de todos aquellos que defienden la democracia y los derechos humanos.