El mundo observa con atención el próximo 5 de noviembre, cuando Estados Unidos decida entre Kamala Harris y Donald Trump.
La contienda se presenta como una de las más apretadas de las últimas décadas, con dos visiones políticas divergentes que generan incertidumbre en los aliados estadounidenses, especialmente en Europa.
El Gobierno español, aunque no oculta su simpatía por el Partido Demócrata, reconoce que la elección del nuevo presidente tendrá consecuencias directas para las relaciones bilaterales.
Los cambios sustanciales con los que Europa y España tendrían que lidiar van desde la posible salida o reducción de inversión de Estados Unidos de la OTAN, a aspectos como la energía o la imposición de aranceles a productos elaborados aquí, señala un experto del sector.
La llegada de Trump al poder generaría una ruptura en las relaciones diplomáticas con el Gobierno español, según analistas.
La visión política actual del Ejecutivo español es antagónica a la de Trump, afirma José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin.
A pesar de la fluida relación establecida durante la presidencia de Joe Biden, Gurpegui señala que una victoria republicana podría empeorar la interlocución entre ambos países.
La dimensión económica también se ve afectada por las elecciones estadounidenses.La Embajada de EEUU en España describe la relación comercial como una de las más importantes a nivel mundial, con inversiones y comercio bilateral que ascienden a 1,6 billones de dólares anuales.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de España fuera de la Unión Europea, y el primer inversor en el país.
La amenaza de aranceles impuestas por Trump en 2018 sobre productos europeos, como el acero y el aluminio, aún genera preocupación.
La llegada de Biden aflojó la retórica de guerra comercial, pero no ha cambiado sustancialmente la política arancelaria de Trump, explica Gurpegui, quien advierte que una nueva victoria republicana podría afectar sectores clave para España como el aceite de oliva, las olivas y los productos cárnicos.
Otro tema crucial es la OTAN. La postura de Harris se alinea con la continuidad de la ayuda a Ucrania y la permanencia en la Alianza.
En cambio, Trump ha expresado su intención de aislar a Estados Unidos o, al menos, presionar por un aumento significativo en el gasto militar de los países europeos.
La hipotética salida de la OTAN no influiría directamente a España, pero sí que supondría un debate sobre la necesidad de aumentar el gasto en defensa armamentística o forzar la creación de un ejército europeo, señala Gurpegui.
Las elecciones estadounidenses se presentan como un punto crucial para la estabilidad europea y, especialmente, para España.
La incertidumbre generada por los posibles cambios en la política exterior, comercial y militar del nuevo presidente estadounidense podría tener un impacto significativo en el futuro de la relación bilateral.