El otoño, con su paleta cromática de ocres, rojos y naranjas, nos invita a disfrutar de la belleza natural.
Entre los tesoros que nos ofrece esta estación destaca la castaña, un fruto seco con propiedades nutricionales únicas y una larga historia que se entrelaza con las tradiciones ancestrales.
La festividad del magosto, celebrada en el noroeste de España y extendiéndose a otros territorios, marca el inicio de la recogida de este valioso recurso natural.
Más allá del acto culinario de asar las castañas junto a una hoguera como símbolo de comunidad y agradecimiento por la cosecha, el magosto representa un ritual ancestral que simboliza la transición desde la luz del verano hacia la oscuridad del invierno, un nuevo comienzo para renacer.
Y qué mejor manera de iniciar este nuevo ciclo que incorporando a nuestra dieta un fruto seco rico en nutrientes como la castaña.
Su composición nutricional es más similar a los cereales que a otros frutos secos, destaca la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Su riqueza en fibra, hidratos de carbono, minerales como el fósforo y el potasio, y vitaminas del grupo B como la B1 y B6, la convierten en una opción saludable para nuestra alimentación.
Una característica singular de la castaña es su alto contenido en agua, cercano al 50%, junto con un bajo porcentaje de grasa, lo que la posiciona como el fruto seco con menos calorías (209 calorías por cada 100 gramos, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación).
A pesar de sus beneficios, existen ciertas contraindicaciones para su consumo.Las personas con alergia diagnosticada deben evitarlo, advierte un experto en nutrición.
La alta concentración de taninos puede provocar acidez en aquellos con sensibilidad estomacal.
El alto contenido en taninos también puede empeorar el estreñimiento si no se consumen asadas o hervidas, añade el especialista.
Es importante tener en cuenta que estos taninos actúan como antinutrientes, dificultando la absorción de hierro, por lo que las personas anémicas deben moderar su consumo y hacerlo de forma adecuada.
La castaña es un tesoro nutricional con una rica historia y múltiples beneficios para la salud.
Incorporarla a nuestra dieta, con precaución y en cantidades moderadas, puede ser un aliado perfecto para comenzar el otoño con energía y bienestar.