Un fallo histórico en Salta ha brindado justicia a tres mujeres que sufrieron abuso sexual por parte de su jefe, Félix Hugo Thames, quien se desempeñaba como jefe de tráfico en la empresa de colectivos El Cóndor.
El juez Eduardo Raúl Sángari, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, condenó a Thames a diez años de prisión por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple, considerando al condenado responsable penalmente de estos actos en concurso real.
La sentencia pone fin a una larga lucha por la justicia emprendida por las víctimas, quienes enfrentaron obstáculos y hostilidad dentro y fuera del ámbito laboral.
La condena implica la revocación de la prisión domiciliaria que Thames venía cumpliendo y su inmediata detención para ser trasladado a la Unidad Carcelaria 1.
Se ordenó la extracción de muestras de ADN del condenado para su inscripción en el Banco de Datos Genéticos.
El caso ha generado gran repercusión en la sociedad salteña y más allá, destacando la vulnerabilidad que enfrentan las mujeres en entornos laborales dominados por hombres y la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección ante este tipo de abusos.
Una Historia De Abusos Y Silencio:
Las víctimas, todas choferes de colectivo, denunciaron haber sido objeto de acoso sexual y violencia física y psicológica por parte de Thames durante sus años de servicio en El Cóndor.
Una de ellas relató que sufrió tocamientos impúdicos reiterados dentro de la empresa y fue víctima de acceso carnal violento en dos ocasiones.
Me decía que si no hacía lo que él quería me quedaría sin trabajo, declaró una de las mujeres, quien afirmó haber sufrido abusos por parte del acusado durante los primeros meses de su contratación como chofer en 2015.
Otra víctima denunció que Thames la obligaba a reunirse con él para descargas sobre incidentes ocurridos en la calle, donde luego la manoseaba y besaba a la fuerza en repetidas ocasiones.
Las denuncias se presentaron tras años de silencio, motivados por el miedo, la presión laboral y la falta de apoyo tanto por parte de la empresa como del gremio.
No teníamos respaldo, nos cuestionaban, decían que nos habíamos aliado con el gremio para perjudicar a nuestro jefe, expresó una de las afectadas en una declaración ante los medios.
Un Camino Largo Hacia La Justicia:
El caso ha recorrido un largo camino judicial, marcado por obstáculos y dificultades.
Las víctimas tuvieron que enfrentar la desconfianza de algunos sectores y la resistencia del acusado, quien negó categóricamente las acusaciones.
Con el apoyo legal del Centro Comunitario para Acceso a la Justicia (ALFA), lograron reunir pruebas suficientes para llevar adelante la causa hasta un juicio oral.
Se hizo justicia para las tres compañeras que fueron víctimas de abuso sexual por parte de quien fuera el jefe de tráfico cuando eran choferes en la empresa El Cóndor, afirmó Álvaro Arias Camacho, uno de los abogados defensores de las víctimas.
La sentencia reconoce cada uno de los hechos denunciados y le da voz a quienes durante años fueron silenciadas.
Un Fallo Que Representa Un Esfuerzo Por La Igualdad De Género:
El fallo se considera un hito en la lucha contra el abuso sexual en el ámbito laboral, especialmente en sectores históricamente dominados por hombres como el transporte público.
La sentencia no solo condena a Thames por sus actos, sino que también reconoce la vulnerabilidad de las mujeres en estos entornos y la necesidad de erradicar la cultura de impunidad que rodea al abuso sexual.
Es una lucha que venimos llevando desde hace tiempo desde Alfa y que seguiremos realizando, señaló quien preside la organización ALFA. Nuestro agradecimiento a las compañeras que trabajaron en el caso, tanto litigando como apoyando, hasta el final de la causa, agregó.
El fallo Cisneros, que permitió la entrada de las mujeres como choferes de colectivos por primera vez en Salta, no logró erradicar las desigualdades y las asimetrías de poder dentro del sector, tal como lo demostró este caso.
Las víctimas, sin antigüedad ni el respaldo que tenía Thames, se encontraban en una situación vulnerable donde sus necesidades laborales y el temor a perder sus empleos les impedían denunciar los abusos.
Retos Por Vencer:
La sentencia contra Thames es un paso importante hacia la justicia para las víctimas, pero también un llamado a la reflexión sobre la necesidad de crear entornos laborales más seguros para todas las personas, independientemente de su género.
Se requiere una mayor conciencia y atención al problema del abuso sexual en el ámbito laboral, así como políticas públicas que promuevan la igualdad de género y protejan los derechos de las trabajadoras.
La sociedad salteña se encuentra expectante ante las futuras acciones que se tomen para prevenir este tipo de abusos y brindar apoyo a las víctimas.
Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de un cambio cultural que convierta la violencia contra las mujeres en un tema prioritario, y no una simple estadística.