La eliminación por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) del líder de Hamás, Yahya Sinwar, ha generado una ola de reacciones y especulaciones, especialmente sobre el destino de los seis rehenes secuestrados durante el ataque al festival de 7 de octubre.

Rumores que circulaban desde el inicio del conflicto señalaban que Sinwar se había refugiado con los rehenes para protegerse de posibles ataques aéreos israelíes, utilizandolos como escudos humanos.

Medios como The Times of Israel y Channel 12 han reportado, tras la eliminación de Sinwar y otros dos terroristas, que el líder de Hamás habría estado en contacto con los rehenes hasta septiembre.

Las últimas imágenes disponibles de Sinwar datan de varios meses atrás, mostrando al líder en un túnel subterráneo dentro de la Franja de Gaza.

Las FDI han descartado cualquier presencia de rehenes en el edificio donde se llevó a cabo el enfrentamiento final.

Ante estas especulaciones, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha solicitado expresamente a las FDI que notifiquen a las familias de los rehenes la falta de información sobre su posible ubicación en la zona donde fue abatido Sinwar.

La muerte de Sinwar supone un golpe importante para Hamás.Elegido líder del grupo en agosto de este año tras el asesinato de Ismail Haniya en un ataque aéreo israelí, el fallecido era considerado uno de los fundadores del brazo armado de la organización y había pasado 22 años preso en Israel, liberado en 2011 como parte de un canje por el soldado israelí Gilad Shalit.

Sinwar se erigía como uno de los principales responsables de los ataques que desencadenaron la invasión israelí a Gaza, dejando ya más de 42.400 muertos.

Su eliminación genera incertidumbre sobre el futuro del conflicto y la posibilidad de avanzar hacia una negociación pacífica.