Una nueva investigación revela el preocupante auge de las apuestas online en la provincia de Salta, desvelando un panorama alarmante sobre su impacto en la salud mental y económica de los jóvenes.
El estudio Apostar no es un juego, realizado a nivel nacional con más de 9 mil encuestados, arroja datos reveladores sobre este fenómeno que afecta a casi la totalidad de jóvenes salteños.
El 97% ha escuchado hablar de apuestas online, mientras que el 40% ha apostado recientemente o lo hace actualmente.
De esta cifra, un 62% dedica hasta tres cuartas partes del dinero que reciben de sus padres para gastos diarios a este hábito.
La investigación destaca la gravedad del problema al señalar que el 59% considera que las apuestas pueden volverse adictivas y un 30% ha experimentado ansiedad o estrés por no poder realizar una apuesta.
El impacto es devastador, afirma Milagros, una joven de 22 años que comparte su experiencia: Mi hermano menor fue golpeado en la escuela porque pedía plata para apostar.
Llegó a un punto donde ya no podía pagar. Carlos, de 18 años, cuenta otra historia trágica: Un chico de mi escuela robó dinero a su abuela para apostar y perdió una gran cantidad.
Tane Da Souza, director de la Agencia de la Juventud de Salta, subraya las consecuencias del problema: Las apuestas generan un impacto en la salud mental, con trastornos de ansiedad, inseguridades, violencia, furia, tristeza e incluso aislamiento.
Hay casos de jóvenes que han perdido más de un millón de pesos.
Da Souza también advierte sobre el riesgo de la criminalidad asociada a este fenómeno: Muchos jóvenes recurren a prestamistas ilegales cuando no tienen a quién acudir para pedir dinero y seguir apostando.
La situación puede desembocar en actos delictivos.
El director destaca que Salta ha sido pionera en abordar esta problemática con la línea telefónica 148 y la página web del gobierno, donde se pueden realizar denuncias sobre apuestas ilegales y buscar ayuda.
Es un problema que requiere atención inmediata por parte de la sociedad, el gobierno y las instituciones educativas, concluye Da Souza.
El estudio Apostar no es un juego no solo evidencia la gravedad del problema en Salta, sino también plantea una llamada a la acción para proteger a los jóvenes de las consecuencias devastadoras de las apuestas online.