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Mark Zuckerberg, CEO de Meta y fundador de Facebook, ha generado controversia al pronosticar el declive del celular como principal dispositivo comunicativo.
En un discurso durante el evento Meta Connect 2024, el empresario destacó que la portabilidad y la capacidad de conexión a internet, factores clave en el éxito del teléfono móvil, serán superados por las gafas de realidad aumentada (RA).
Los celulares son pequeños, te distraen y te alejan de las interacciones presenciales, argumentó Zuckerberg, quien cree que el futuro radica en una experiencia digital más inmersiva y contextual.
Su visión se materializa en la empresa Meta Quest 3S, gafas holográficas con un precio accesible de $299.99 que, según Zuckerberg, permitirán desplegar múltiples monitores virtuales, jugar juegos interactivos o realizar reuniones laborales en entornos simulación.
La afirmación de Zuckerberg ha dividido al sector tecnológico.Algunos expertos coinciden en la creciente relevancia de la RA y su potencial para transformar la comunicación y el entretenimiento.
La RA está en un punto crucial de desarrollo, comenta Daniel García, analista de tecnología en IDC. Las aplicaciones se están volviendo más sofisticadas y accesibles, lo que podría llevar a una adopción masiva.
Otros cuestionan la viabilidad de reemplazar el celular tan pronto, argumentando que su uso es fundamental para diversas funciones, desde la gestión financiera hasta la navegación.
Aunque las gafas RA ofrecen un futuro prometedor, afirma María López, experta en tendencias digitales, es improbable que reemplacen por completo al celular en los próximos años.
El teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nosotros mismos y su desaparición sería un cambio radical para nuestra sociedad.
El impacto emocional del potencial declive del celular es innegable. Para muchos usuarios, el teléfono representa la conexión con sus seres queridos, su acceso a información vital y su herramienta de trabajo.
La incertidumbre sobre el futuro del dispositivo genera ansiedad y nostalgia por una era que se desvanece.