Un ataque terrorista perpetrado contra una fábrica de aeronaves militares propiedad del Estado turco en las afueras de Ankara ha dejado un saldo de al menos cinco muertos y 22 heridos, dos de ellos en estado grave.
El gobierno turco ha atribuido el atentado al Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y ha informado que dos asaltantes fueron abatidos durante la operación policial.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, confirmó el ataque a través de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, indicando que se produjeron explosiones y tiroteos en la entrada de la fábrica alrededor de las 15:30 hora local (14:30 hora peninsular española).
Las primeras investigaciones sugieren que los atacantes llegaron al lugar en un taxi y que dos de ellos accedieron a la fábrica.
Se ha reportado la posibilidad de que otro terrorista se inmoló en la puerta del recinto, aunque esta información aún no ha sido confirmada por las autoridades.
Tras el ingreso de los asaltantes, se desató un tiroteo prolongado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó el ataque como una agresión contra los símbolos de una Turquía independiente y prometió que les haremos pagar por lo que han hecho.
Tras cinco horas de incertidumbre, la confrontación culminó con la salida de los trabajadores de la fábrica, quienes fueron evacuados en autobuses.
Según la cadena turca NTV, entre las víctimas mortales se encuentran un vigilante, dos técnicos y posiblemente el conductor del taxi utilizado por los atacantes.
Aunque el ministro del Interior reconoció que la responsabilidad del PKK aún no está firmemente establecida, el ministro de Defensa, Yaşar Güler, señaló al grupo terrorista como responsable del ataque.
Este atentado se produce después de que el líder de extrema derecha del Partido del Movimiento Nacionalista MHP, Devlet Bahçeli, sugiriera la posibilidad de que Abdullah Öcalan, líder del PKK condenado a cadena perpetua, pudiera intervenir en el Parlamento para declarar el fin del terrorismo.
El grupo armado aún no ha reivindicado la agresión.
El ataque contra Tusas, una empresa líder en la industria de defensa turca, ha sido interpretado por las autoridades como un intento de sabotear los avances del país en este sector.
Este ataque terrorista se ha dirigido contra nuestras iniciativas de defensa, símbolo de nuestros ideales de una Turquía independiente, de la supervivencia de la nación y la paz del pueblo, declaró Erdogan en un mensaje publicado en X.
El vicepresidente turco, Cevdet Yilmaz, coincidió al afirmar que el atentado buscaba disuadir a los heroicos empleados de la industria de defensa.
Tusas desarrolla y fabrica algunos de los aviones militares, helicópteros y material aeronáutico más prestigiosos del programa de armamento turco, como el cazabombardero Kaan, aún en proyecto, el avión de entrenamiento Hürjet o la avioneta Hürkus.