La provincia de Salta se prepara para vivir uno de sus eventos religiosos más importantes: el Triduo del Milagro.

Este periodo de tres días, que culmina con la festividad en honor a la Virgen del Milagro el 13 de septiembre, reúne a miles de fieles provenientes de distintas regiones del país y del extranjero.

Esta celebración tiene su origen en 1902, cuando Monseñor Matías Linares impulsó la coronación pontificia de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.

El Papa León XIII estableció el 13 de septiembre como la Solemnidad de la Virgen del Milagro, dando inicio a una tradición que se ha fortalecido con el paso del tiempo.

El Triduo del Milagro es mucho más que una festividad religiosa, es un encuentro de fe y esperanza, afirma padre Juan Pérez, párroco de la Catedral Basílica de Salta.

Para los salteños es un momento para agradecer las gracias recibidas y renovar su compromiso con Dios.

A lo largo de estos tres días se celebran misas en honor a María, la exaltación de la Cruz y la Solemnidad del Señor del Milagro, culminando con una emocionante procesión que recorre 28 kilómetros por la ciudad.

La imagen de la Virgen del Milagro, portada a hombros por hombres devotos, se convierte en el centro de la veneración, un símbolo tangible de la fe que impregna la vida cotidiana de los habitantes de Salta.

El impacto emocional de este evento es palpable.Miles de personas participan activamente en las celebraciones, llenando plazas y calles con cánticos religiosos y demostraciones de fervor.

Las historias de milagros atribuidos a la Virgen del Milagro se transmiten de generación en generación, alimentando una profunda devoción que atraviesa las fronteras geográficas y sociales.

El Triduo del Milagro no solo es un evento religioso, sino también un importante atractivo turístico para Salta, con visitantes provenientes de todo el mundo que desean presenciar esta manifestación de fe única.