Impresionante hallazgo arqueológico en Jerusalén revela secretos de la ciudad durante el siglo I d.C.

Un equipo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) ha desenterrado una cantera monumental en la zona industrial de Har Hotzvim, Jerusalén.

Este descubrimiento, datado de los últimos años del Segundo Templo, proporciona una ventana fascinante al pasado y enriquece nuestra comprensión de la historia antigua de la ciudad.

Entre las piezas halladas durante las excavaciones se encuentran piedras de construcción de diversos tamaños, junto con zanjas de corte y despiece que indican cómo se extraían y preparaban los bloques de roca en la antigüedad.

Se puede suponer, con precaución, que al menos algunas de las piedras extraídas de esta cantera se utilizaron como losas para pavimentar las calles de la Jerusalén del período, explican Michael Tcharnin y Lara Shilov, responsables de la excavación.

Las dimensiones de estas piedras son impresionantes: alcanzan hasta 2,5 metros de longitud, 1,2 metros de ancho y un grosor de 40 centímetros, con algunas llegando a pesar cerca de 2,5 toneladas.

Estos datos sugieren que la cantera suministraba material para grandes proyectos de construcción estatal, como la ampliación del Monte del Templo o la construcción de la tercera muralla de Jerusalén, añaden los expertos.

Este hallazgo resalta la sofisticación de las técnicas de construcción en esa época y ofrece valiosas pistas sobre los proyectos arquitectónicos emprendidos en la Jerusalén antigua.

La posibilidad de que estas piedras hayan pavimentado las calles de la ciudad proporciona un vínculo tangible con la Jerusalén de los tiempos de Jesús.

Este descubrimiento subraya la importancia de Jerusalén como centro neurálgico de la actividad arquitectónica y religiosa durante el período del Segundo Templo, justo antes de la catástrofe que cambiaría para siempre la historia de la región, señala uno de los arqueólogos del proyecto.