El hallazgo, publicado en la revista Science, revela que las ondas de Alfvén, una forma común de onda electromagnética presente en el plasma del espacio interestelar, son responsables de este fenómeno crucial para comprender la influencia del Sol en su entorno.

Este descubrimiento representa un avance significativo en nuestra comprensión de la física solar, afirma Dr. , astrofísico del Centro de Astrofísica Harvard y Smithsonian, líder del estudio.

Las ondas de Alfvén actúan como motores, inyectando energía cinética y térmica al viento solar a medida que se aleja de la corona solar.

La investigación se basó en las observaciones conjuntas de dos sondas espaciales: Parker Solar Probe, de la NASA, y Solar Orbiter, de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Ambas misiones, lanzadas en 2018 y 2020 respectivamente, proporcionaron datos cruciales sobre el viento solar a diferentes distancias del Sol.

La alineación fortuita de ambas sondas en la misma corriente de viento solar en febrero de 2022 fue clave para este descubrimiento, explica , co-autor del estudio.

Gracias a esto pudimos observar la evolución del fenómeno y confirmar la relación entre las ondas de Alfvén y el calentamiento y aceleración del viento solar.

Anteriormente, se había especulado sobre la posible conexión entre las ondas de Alfvén y el viento solar, pero carecía de evidencia definitiva.

Las sondas registraron un aumento en la energía cinética y térmica del plasma a medida que se alejaba del Sol, coincidiendo con la presencia de ondas de Alfvén de alta amplitud que causaban cambios bruscos en el campo magnético, conocidos como latigazos magnéticos switchback.

El estudio arroja luz sobre un proceso fundamental que influye directamente en nuestra atmósfera terrestre.

El viento solar, al interactuar con la magnetosfera, desencadena las auroras boreales y australes, espectáculos de luces celestes que fascinan a millones de personas.

Este nuevo conocimiento contribuye a una comprensión más profunda de la dinámica del Sol y su influencia en el sistema solar, incluyendo nuestro planeta.

La investigación continúa para desvelar aún más secretos sobre este astro que nos ilumina y alimenta.