Un reciente descubrimiento paleontológico ha arrojado nueva luz sobre la conexión histórica entre los continentes americanos y africanos.
Un equipo internacional de investigadores liderado por el paleontólogo Louis L. Jacobs encontró huellas casi idénticas de dinosaurios en Brasil y Camerún, separados por más de 6.000 kilómetros.
Estas huellas, datadas de hace 120 millones de años, proporcionan evidencia tangible de que los dinosaurios habitaban una sola tierra antes de la separación de Gondwana, el supercontinente que abarcaba África, América del Sur, Australia, la Antártida, el subcontinente indio y la Península Arábiga.
Este hallazgo es extraordinario porque nos muestra que estos grandes reptiles cruzaban vastas distancias en un mundo donde los continentes no estaban separados como lo conocemos hoy, explica Jacobs.
Las huellas se formaron en antiguas llanuras aluviales a orillas de ríos y lagos, evidenciando un paisaje conectado que permitía la migración entre las regiones que ahora son Brasil y Camerún.
El estudio no solo se centró en las huellas sino también en el entorno geológico donde se encontraron.
La presencia de cuencas en semigraben, características asociadas a procesos de extensión tectónica, sugiere que la separación de Gondwana fue un proceso gradual marcado por intensa actividad geológica.
Ismar de Souza Carvalho, paleontólogo de la Universidade Federal do Rio de Janeiro, agrega que el descubrimiento nos ofrece una ventana única al pasado, mostrando cómo los continentes se desplazaron y transformaron a lo largo del tiempo, dejando huellas imborrables en el planeta.
La investigación rinde homenaje al legado del paleontólogo Martin Lockley, quien dedicó su vida a estudiar las huellas de dinosaurios.
El trabajo conjunto de investigadores de Harvard, la Universidad Northwestern y la Universidade Federal do Rio de Janeiro ha contribuido significativamente a nuestra comprensión del pasado geológico de nuestro planeta.
Este hallazgo no solo enriquece nuestro conocimiento sobre la historia de los dinosaurios, sino que también nos recuerda la dinámica constante del planeta Tierra y cómo las placas tectónicas han moldeado su superficie durante millones de años.