Descubre la joya milenaria que cambiaría para siempre la historia de la humanidad.
Un diamante sin precedentes ha sido descubierto en Botsuana, redefiniendo los límites de la gemología y generando una ola de expectativa a nivel mundial.
La compañía canadiense Lucara Diamonds anunció el hallazgo de un diamante bruñido de 2492 quilates, posicionándose como el segundo más grande jamás encontrado.
El descubrimiento, celebrado con un acto público ante el presidente del país, Mokweetsi Masisi, se produjo en la mina Karowe, conocida por su excepcional producción de diamantes de gran tamaño.
Este notable hallazgo confirma a la mina Karowe como una fuente inigualable de diamantes de clase mundial, declaró William Lamb, presidente de Lucara Diamonds, en un comunicado oficial.
La recuperación intacta de una piedra tan grande y de alta calidad demuestra la eficacia de nuestro enfoque para la extracción de estos tesoros.
El gigante brillante, recuperado gracias a la tecnología de transmisión de rayos X, superará en tamaño solo al legendario diamante Cullinan, descubierto en Sudáfrica en 1905 con 3106 quilates y parte de las Joyas de la Corona del Reino Unido.
Este nuevo hallazgo se sitúa por debajo del Sewelo, un diamante de 1758 quilates también hallado por Lucara Diamonds en Botsuana en 2019.
Botsuana, ubicado en el sur de África y con una población de poco más de 2,5 millones de habitantes, es uno de los mayores productores de diamantes del mundo.
La industria del diamante representa cerca del 80% de sus exportaciones totales, siendo un motor fundamental para su economía.
Este nuevo descubrimiento promete aumentar aún más la relevancia internacional del país y su posición como líder en la producción de este valioso mineral.
El impacto emocional de este hallazgo es innegable.Los expertos se muestran entusiasmados con las posibilidades que ofrece esta joya milenaria, tanto para el estudio geológico como para la reinterpretación artística del diamante.
Es un descubrimiento único que nos permite comprender mejor la historia y la formación del planeta, afirma un reconocido geólogo, quien prefiere mantener su anonimato.