El reciente inicio del III Encuentro del Consejo de Seguridad Interior, enfocado en acciones contra el narcotráfico, ha generado un debate crucial sobre la situación actual del país.

Jorge Javier Cabral, ex comandante del Operativo Escudo Norte y antiguo director Nacional de Antidrogas de Gendarmería Nacional, ha alertado sobre la falta de voluntad política para abordar este problema.

La situación general del país está dominada por la conflictividad política, las necesidades sociales y las expectativas económicas, lo que dificulta visualizar con claridad el afianzamiento y expansión del crimen organizado, afirma Cabral.

La ausencia de políticas públicas serias y planificación estratégica para enfrentar decididamente al narcotráfico es una señal preocupante, según el experto.

Cabral resalta que la falta de voluntad política no solo se manifiesta en la omisión del poder ejecutivo, sino también en la inacción y el incumplimiento de responsabilidades por parte del legislativo y el judicial.

Las organizaciones criminales se expanden con gestión exitosas y eficaces para sus operaciones ilegales, muchas veces sostenidas por la corrupción, denuncia.

El ex director de Antidrogas señala que la debilidad de la seguridad fronteriza, agravada en las últimas dos décadas, ha contribuido al debilitamiento del control estatal.

Desmantelamiento de dispositivos de las Fuerzas de Seguridad afecta directamente a la seguridad ciudadana en centros urbanos, advierte.

A pesar de las dificultades, Cabral reconoce avances positivos como la coordinación entre provincias y el apoyo a las fuerzas de seguridad.

El Operativo Bandera, con resultados significativos en Rosario, se destaca como un ejemplo de esta colaboración.

Recalca la necesidad de extender estos esfuerzos a otras regiones del país, especialmente a la región AMBA y Córdoba, donde también existe una alta concentración criminal.

El análisis geopolítico actual revela que el principal escenario narco se ha expandido al triángulo formado por Santa Fe, Córdoba y AMBA. Las organizaciones criminales buscan ubicar sus cargamentos lo más cerca posible de los puertos de embarque hacia los mercados consumidores.

La utilización de rutas desde Perú y Bolivia a través de la Cordillera de los Andes para llegar a la Patagonia y exportar droga por los puertos del Atlántico o Pacífico también se ha intensificado.

Cabral destaca el Operativo Infierno Blanco en Caviahue, Neuquén, como un ejemplo de la lucha contra el narcotráfico en el interior del país.

La incautación de más de 780 kilogramos de cocaína y el desmantelamiento de una banda internacional son resultados significativos.

Existen debilidades en el control estatal también en la hidrovía Paraná-Paraguay y en el espacio aéreo.

El contrabando de drogas y otros productos ilegales por la hidrovía se ve facilitado por la falta de coordinación entre los diferentes actores con jurisdicción.

Por otro lado, los Transportes Aéreos Irregulares (TAIS) operan con total libertad debido a la ausencia de legislación específica y un esquema de control aéreo efectivo.

El panorama descrito por el ex director Nacional de Antidrogas de Gendarmería revela una compleja situación que exige acciones contundentes y coordinadas para combatir eficazmente el narcotráfico en todas sus facetas.