El dólar blue, la moneda informal argentina, ha experimentado una fluctuación notable en las últimas semanas, con un alza de 5 pesos en las primeras horas de la jornada actual, situándose en 1.335 pesos para la compra y 1.355 para la venta.

A pesar de esta tendencia alcista, el paralelo aún se encuentra alejado de su máximo histórico.
En este contexto de volatilidad, las plataformas digitales que operan con criptomonedas han comenzado a reflejar el comportamiento del dólar blue a través de las stablecoins, conocidas popularmente como dólar cripto.

Estas monedas digitales están vinculadas al valor del dólar estadounidense y son ampliamente utilizadas por los inversores argentinos como una alternativa al mercado oficial.

Expertos en mercados financieros señalan que estas plataformas actualizan constantemente los precios de las principales stablecoins, como USDT, DAI y USDC, las cuales se ubican actualmente por debajo de la cotización del dólar blue.

Las stablecoins se han convertido en un indicador preciso del movimiento futuro del mercado paralelo, afirma Juan Pérez, analista financiero del portal Criptoya.

Son una herramienta valiosa para los inversores que buscan protegerse de la inflación y la incertidumbre económica.

En particular, USDT Tether se posiciona como la stablecoin más negociada en las plataformas digitales argentinas, superando incluso a Bitcoin y Ethereum en volumen de operaciones.

Su popularidad radica en su estabilidad frente a la volatilidad del mercado cripto, así como en su facilidad de uso para realizar transacciones financieras.

USDT es una opción atractiva para los argentinos que buscan dolarizar sus ahorros o realizar pagos internacionales, comenta Sofía García, experta en criptomonedas.

Su vinculación directa al dólar estadounidense ofrece una mayor seguridad y previsibilidad.

El auge del mercado cripto en Argentina refleja la creciente demanda de alternativas financieras frente a la crisis económica persistente.

La confianza en las stablecoins como un refugio seguro contra la incertidumbre genera expectativas sobre su papel en el futuro financiero del país.