En un emotivo discurso ante una congregación numerosa que se reunió en Plaza España para celebrar al patrono San Cayetano, monseñor Mario Cargnello hizo un llamado contundente a la recuperación de los valores morales como camino hacia la reconstrucción del país.
Argentina necesita una inyección de honradez y honestidad de los cristianos, afirmó el prelado durante la misa central, reconociendo que estamos viviendo un momento difícil de la historia de nuestro país y no solo en lo económico.
Según Cargnello, se observa con claridad la necesidad de recuperar la calidad moral de un pueblo, concientizando sobre la prevalencia de la mentira, las prácticas corruptas, la destrucción familiar y la falta de respeto hacia la vida.
El obispo resaltó que este período de celebración religiosa en Salta constituye una oportunidad crucial para dejar de lado los juicios y culpar a otros, enfatizando que cada uno de nosotros debe cambiar.
Cargnello abogó por el amor como motor del progreso nacional, argumentando que no habrá progreso si no hay calidad moral.
La dignidad de un pueblo no se mide por la plata que se acumula, enfatizó el religioso, aludiendo a la desigualdad económica.
Enfatizó la necesidad de compartir y ayudar al prójimo, especialmente aquellos en situación vulnerable, no solo con alimentos materiales, sino también con apoyo emocional y acompañamiento.
El llamado de Cargnello trasciende lo material, instando a una transformación profunda basada en la honestidad, la austeridad y el compromiso social.
El mejor regalo que se le puede hacer a nuestro país es ser mejores personas, concluyó el obispo, subrayando que este es el compromiso más genuino que los cristianos pueden asumir.